El despliegue de redes de cable para la difusión de televisión y el acceso a telefonía
e Internet se duplicó en España al final del pasado año, cuando se alcanzó la
cifra de las 3.202.000 viviendas, respecto a los 1.507.000 hogares que había contabilizados
en 1999.
Según datos del Ministerio de Ciencia y Tecnología aportados en una respuesta
parlamentaria dirigida a la diputada del PSOE Francisca Pleguezuelos, a la que
tuvo acceso la agencia Efe, las operadoras de cable extendieron la red a 1.698.000
viviendas durante el año 2000.
El ritmo de despliegue es «muy alto». Esta cifra supera a la suma de «viviendas pasadas» a las que llegó el cable en 1998 (614.000) y 1999 (893.000), que son las primeras estadísticas de los que dispone el Ministerio de Ciencia y Tecnología. El departamento que dirige Anna Birulés señala en el escrito que el ritmo de despliegue de estas redes actualmente es «muy alto», una vez «superados los comienzos difíciles que implica la puesta en marcha de nuevas empresas entrantes en el sector» junto a «determinados aspectos coyunturales que
dificultaron inicialmente la implantación de las redes en las ciudades».
Esto es un instrumento de «primer orden» Según el Ministerio, los operadores de cable están realizando un «muy importante esfuerzo inversor con la finalidad de desplegar modernas redes sobre la base de fibra óptica y cable coaxial» para la difusión de televisión
y la prestación de servicios de telecomunicaciones como el de telefonía y acceso
a Internet. Ciencia y Tecnología afirma que la implantación de estas redes constituye
un instrumento de «primer orden» para garantizar tanto «la creación y consolidación
de una competencia real y efectiva en el sector de las telecomunicaciones y las
tecnologías de la información» como «una mayor cohesión territorial».