Tras haber dado con anterioridad con un pequeño fallo en la seguridad que podía dar pie a posibles incursiones de piratas informáticos, un grupo de investigadores informáticos ha descubierto un modo muy sencillo para romper el sistema de seguridad que impide que personas no autorizadas puedan acceder a los datos transmitidos a través del estándar inalámbrico 802.11b.
El estándar de comunicación «sin cables» entre equipos informáticos 802.11b, utilizado en redes informáticas conocidas como WLAN –redes locales inalámbricas-, podría ser más vulnerable de lo esperado. Así lo han confirmado los descubridores de un nuevo agujero en su seguridad.
Un hacker podría acceder al código secreto que encripta los datos transmitidos a través de una red inalámbrica. Como se ha comprobado, es posible interceptar la comunicación con un receptor y, acto seguido, descifrar el algoritmo de seguridad de este tipo de conexiones, conocido como WEP.
Las firmas que promueven este estándar de conexión en el marco de la organización Wi-Fi, como Cisco Systems o Apple, recomiendan desde hace tiempo a los usuarios del estándar la utilización de potentes herramientas adicionales de encriptación para evitar posibles ataques.
El nuevo punto de vulnerabilidad ha sido hallado por investigadores de la universidad californiana de Berkeley, y se une a los fallos detectados el pasado marzo por un equipo de la Universidad de Maryland, que publicó un informe en el que se denunciaba la futura vulnerabilidad de la tecnología ante todo tipo de ataques.
La seguridad en el estándar 802.11b es decisiva para el futuro desarrollo de servicios y conexiones inalámbricas en empresas y en lugares públicos muy concurridos, como aeropuertos, estaciones, centros de ocio, etcétera.
Su vulnerabilidad afectaría al desarrollo de toda la industria informática, en un momento en el que parece que únicamente los dispositivos celulares tienen posibilidad de crecer a buen ritmo, dada la saturación del mercado de ordenadores de sobremesa.