Las posibilidades para acceder a la Red son, conforme pasa el
tiempo, cada vez mayores. El acceso convencional a Internet a través
de un módem telefónico y de una línea analógica
convencional va quedando obsoleto día a día a causa de la firme
competencia de los accesos digitales a través de la RDSI (Red Digital
de Servicios Integrados) y sobre todo, a causa de las promociones de ADSL (Línea
de Suscripción Digital Asimétrica) que las diferentes operadoras
están haciendo.
Con posibilidad de hablar por teléfono mientras se está
conectado a la Red, con una tarifa plana real 24 horas y con una velocidad que
marca la diferencia respecto a los otros modos de acceso, la implantación
del ADSL está en plena expansión. A pesar de las diferencias que
estos tres métodos de acceso puedan tener, todos poseen una característica
común: son servicios ofrecidos por operadoras de telecomunicaciones que
técnicamente se asientan sobre las redes de comunicación de las
mismas. Sin embargo a las operadoras parece que les han salido competidores
desde otro sector, que pretenden situarse como rivales directos en la carrera
por acaparar cota de mercado. Es el sector eléctrico, que en la actualidad
se encuentra realizando pruebas piloto en España para comenzar a proveer
accesos a Internet a través de sus redes.
Las nuevas operadoras que han surgido desde que se liberalizase
el mercado de las telecomunicaciones en España, se han encontrado desde
un principio con el problema del tendido de las redes físicas. Es tremendamente
costoso e inviable económicamente para éstas proceder a la implantación
del cableado necesario para acometer todas y cada una de las viviendas a las
que pueden ofrecer su servicio. Ello ha conducido a que tengan que pagar elevadísimas
cuotas de interconexión a Telefónica, única compañía
que llega hasta todos los hogares del país, para poder operar en unas
condiciones relativamente similares a las del operador dominante.
Sin embargo esto no es problema para las compañías
eléctricas, ya que éstas disponen de una infraestructura capaz
de llegar a todos los usuarios españoles y a pesar de que hasta ahora
no se había realizado, es algo tan factible como beneficioso para los
usuarios finales. Desde hace ya bastante tiempo el tendido eléctrico
soporta la posibilidad de comunicación y de hecho, las eléctricas
han dotado al interior de los cables de alta tensión de uno de comunicación
en su interior a través del cual conectaban sus distintas estaciones
y centros transformadores. Una vez han probado que esto funciona y que es posible
transmitir todo tipo de señales a través de los cables eléctricos,
las compañías se han decidido a dar el salto al sector de Internet
y estudiar la viabilidad de ofrecer servicios de datos y voz desde los centros
de transformación a las viviendas de los usuarios a través del
proyecto que han dado en llamar PLC (Power Line Communications), para lo que
tendrán que solicitar una licencia al Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El funcionamiento del sistema es sencillo y muy similar al telefónico.
La información viaja a través de las líneas de alta y media
tensión y al llegar a los centros transformadores, ésta se pasará
a baja tensión para acometer las diferentes viviendas. Para ello cada
estación transformadora necesitará un router concentrador que
dirigirá y según sea necesario el tráfico para cada grupo
de cien viviendas aproximadamente. Una vez dentro de la vivienda, el acceso
a la Red podrá realizarse desde cualquier enchufe de la casa, para lo
que será necesario únicamente un módem PLC al que se conectará
el ordenador personal, el teléfono o cualquier otro equipo al que se
quiera dar conexión.
Aunque la tecnología está todavía en pruebas
y le queda mucho camino por recorrer hasta que los prototipos sean productos
industrializables, es posible tener un acceso de banda ancha a Internet que
puede variar entre 2 y 12 Mbps compartidos entre todos los usuarios de esa línea,
pero las empresas fabricantes están informando que la segunda generación
podría llegar a los 100 Mbps. Desde el punto de vista de los usuarios
finales, el nuevo sistema lleva un numero cúmulo de ventajas. En primer
lugar la posibilidad de tener acceso desde cualquier punto de una vivienda,
en la que generalmente existe un elevado número de enchufes eléctricos
supone una ventaja adicional a la hora de ubicar los ordenadores, pudiéndose
además integrar sistemas de control domótico. Por otra parte la
seguridad de los datos queda garantizada a través de los sistemas de
encriptación que serán empleados. Y por último, el acceso
se prevé que sea más barato respecto a lo que hoy en día
ofrecen las operadoras y la presencia de competencia en el mercado será
muy beneficiosa para los usuarios.
Asimismo hay que indicar que la velocidad en el interior de la
vivienda dependerá en gran medida del estado de la instalación
eléctrica, por lo que se dispondrá de un acceso de más
calidad en la medida en que la instalación esté en mejores condiciones.
En la actualidad Endesa, Unión Fenosa e Iberdrola se encuentran realizando
pruebas en algunas ciudades españolas. Barcelona, Sevilla y Zaragoza
se han visto beneficiadas de accesos gratuitos a Internet a través de
la red eléctrica y, aparentemente, las pruebas han sido todo un éxito.
Ahora mismo están analizando la viabilidad económica del proyecto
desde el punto de vista comercial. Esto ya es una realidad en Alemania, en la
que desde el pasado año la compañía RWE está suministrando
accesos a la Red a través de las líneas eléctricas.