Neo-Sky, el operador fruto de la fusión entre Neo Abrared y Skypoint, ha concluido la fase de integración de las dos compañías y ha emprendido sus actividades para «hacerse con el liderazgo» del mercado nacional de servicios de banda ancha, con el objetivo de alcanzar en 2003 beneficio bruto positivo
La compañía, cuyo socio de referencia es Iberdrola, invirtió en los dos últimos años, hasta producirse la fusión, 140 millones de euros. El nuevo operador, presidido por César Arranz, desarrollará su actividad en las áreas de servicios y aplicaciones de telecomunicaciones en banda ancha para empresas, que irá ampliando progresivamente a otros mercados, así como de servicios de conexión y transporte a otros operadores, tanto de larga distancia como de acceso.
Neo-Sky comercializa la capacidad de transmisión de la red de fibra óptica de Iberdrola, con más de 10.000 kilómetros, y contará con el «potencial de una cartera superior a los nueve millones de clientes para ofrecer servicios avanzados de telecomunicaciones».