Siempre me sorprende que no hayan mas productos domóticos
que trabajen en WiFi. Sobre todo si consideramos lo engorroso que puede ser
en una vivienda tener que instalar un cable de red. Especialmente para una cámara.
Parece que la solución obvia sería utilizar la comunicación
inalámbrica 802.11. Además hoy en día los productos para
redes WiFi se pueden adquirir en cualquier tienda informática, es muy
habitual tener varios PCs conectados por red inalámbrica en pequeñas
oficinas, grandes aeropuertos y viviendas de todo tipo. ¿Por qué
no una cámara WiFi?
La Observer inalámbrica ofrece esta posibilidad además
de ser una cámara de configuración muy sencilla, especialmente
pensada para el usuario doméstico. Por ejemplo tiene una pequeña
pantalla que indica la dirección IP asignada, las últimas tres
cifras. De modo que si tu red utiliza, por ejemplo un rango de IPs como 192.168.xxx.xxx
y la IP de la cámara es 192.168.0.102, entonces la pantalla LCD muestra
"102." Un detalle muy práctico para comprobar la configuración.
La cámara puede trabajar en modo DHCP, permitiendo que se le asigne automáticamente
una dirección IP en la red, o también se le puede asignar una
IP estática.
Se puede acceder a las imágenes desde cualquier ordenador
en la misma red simplemente entrando la dirección IP local. Para poder
acceder desde cualquier ordenador del planeta se introduce la dirección
IP pública (WAN), seguida del puerto que se ha asignado a la cámara.
Esto permite poder acceder a las imágenes de varias cámaras en
la misma red de forma remota.
Pero sin duda alguna la función que mas sorprende de la
cámara es que por este precio se pueda mover el objetivo desde el navegador,
tanto horizontalmente (120º), como verticalmente (60º). Es muy fácil
entretenerse mirando a los niños jugar siguiendo sus movimientos, con
la cámara.
Se incluye un soporte para su montaje en pared, pero también
se puede colocar simplemente encima de una superficie plana.
La cámara incluye un micrófono, con lo que con el ancho de banda
suficiente se puede conseguir no sólo una visión remota, sino
también audio. Incluso es posible instalar un micrófono externo,
puesto que incluye una conexión similar a las de los micrófonos
para PC.
La cámara permite 10 fps (fotogramas por segundo) que no
es tiempo real, pero que permite una buena percepción de vídeo.
Por si fuera poco incluye un zoom digital de dos aumentos, y se puede elegir
entre 640×480 pixels, 320×240 o 16×120.
La privacidad está garantizada por un sistema de usuarios
a distintos niveles y claves para cada usuario. El nivel administrador, por
ejemplo da acceso a poder modificar todos los parámetros, pero el nivel
mas bajo, ni siquiera puede mover la cámara remotamente.
Algo especialmente útil es la posibilidad de conectar un detector de
presencia y que la cámara envíe un email con la foto de ese momento.
Esto puede ayudar en funciones de seguridad.
En fin, creemos que esta cámara es un paso fundamental
hacia la “democratización” de las cámaras IP. Ahora
no se puede decir que alguien no se pueda permitir una cámara IP con
movimiento y zoom, por motivos económicos o estéticos. El WiFi
permite instalarla en cualquier vivienda, sin necesidad de estropear la decoración
instalando un cable de red.