Según la ‘I Encuesta sobre Hábitos de Consumo de Tecnología en Europa’ de TDK, los españoles somos los europeos más indiferentes ante las novedades tecnológicas. Sólo el 2% declaró haber hecho algún sacrificio para ser el primero en tener una novedad tecnológica, frente al 33% de franceses, británicos o alemanes.
Además, los españoles sacan también más provecho de los accesorios tecnológicos y el 80%, muy por encima de la media europea, afirma que estos aparatos ha mejorado su vida en casa o en el trabajo. Es justo este motivo, el que nos resulta práctico, el que mueve a los españoles a adquirir un nuevo aparato, y no su apariencia o la ‘emoción’ de tener un nuevo aparato, como sucede en el Reino Unido o Alemania.