El informe Banda Ancha de GAPTEL describe un horizonte de cambios en los modelos de negocio asociados a la banda ancha, que pasarán de una oferta que sólo incluye acceso a Internet a generalizar la oferta que incluye dos servicios adicionales sobre la banda ancha: la voz y la televisión.
GAPTEL (Grupo de Análisis y Prospectiva del sector de las Telecomunicaciones), ?think tank? promovido por Red.es, ha presentado su cuarto informe trimestral titulado ?Banda Ancha?, donde se analiza en profundidad el panorama global de desarrollo de la banda ancha en España. El informe, así como toda la información del trabajo del grupo, se encuentran disponibles en la página www.observatorio.es/gaptel.
A 1 de julio de 2004, se estima que existían en España 2.862.000 conexiones de banda ancha, de las cuales, el 71,5% eran ADSL, el 23,2% cable y 5,3% restante otras tecnologías (satélite, fibra, PLC,?). Según las estimaciones del grupo, se espera que en el año 2006 las conexiones de banda ancha superen los 6 millones y en el 2008 los 8,5 millones.
El cambio más relevante en el mercado español de banda ancha será el impulso que tomará el bucle desagregado y la aparición de ofertas mayoristas de ADSL alternativas a la de Telefónica. Estas ofertas podrán incorporar la voz y la televisión junto con el acceso a Internet, esperándose su generalización en grandes ciudades en el último trimestre del año 2004.
En el mercado español se han identificado factores inhibidores de la demanda de banda ancha muy relevantes (destaca la baja tasa de penetración de PCs en el hogar español, la baja percepción de utilidad por parte de los usuarios y la escasa diferenciación de la oferta comercial), que deben superarse para acelerar el crecimiento, o al menos evitar la ralentización del mismo.
La generalización del servicio de banda ancha en el mercado español incorporará una mayor variedad de modalidades de acceso y ofertas comerciales, y como corresponde a un mercado de consumo, las ofertas serán segmentadas, apareciendo ofertas tanto básicas dirigidas a usuarios noveles (coste variable por consumo o descarga, con una cuota mensual reducida) como avanzadas (en velocidad y prestaciones que fomenten la innovación).
La regulación, en el nuevo marco europeo, tiende a aligerarse para adaptarse al imprescindible dinamismo en la oferta de productos de banda ancha, y debe apostar por la inversión y la innovación en un mercado tan trascendente para el desarrollo económico y social del país como la banda ancha.
Las políticas públicas deben complementar el funcionamiento efectivo del mercado y dirigirse a superar los inhibidores del mercado. En este contexto, las acciones de alfabetización digital, la incorporación de las nuevas tecnologías en la educación y la administración electrónica deben constituirse en las prioridades de la administración para impulsar el desarrollo de la banda ancha en España.