Patrocinada por la consultora tecnológica GFT, la sesión “La
evolución de los canales interactivos: Sector Financiero” del IGC2005
ha sido moderada por Javier Aguilar de King eClient, y ha contado con la participación
de Jon Sarabia, de e-laCaixa, Artur Serra, de GFT y José Antonio Ochoa,
de Indra. Los ponentes han ofrecido datos sobre la evolución de las nuevas
tecnologías en el mercado financiero, la potencialidad que estos canales
aportan al negocio bancario y han analizado los principales retos y tendencias
de futuro.
“El modelo antiguo de las entidades financieras más los nuevos
canales tienen que conseguir generar más negocio porque permiten una
relación más ordenada, autónoma y segura entre el cliente
y el banco”, ha asegurado Jon Sarabia, responsable del Área de
Desarrollo de Negocio de e-laCaixa. Durante su exposición, ha insistido
en la gran diferencia existente entre empresas y particulares sobre el uso de
los servicios financieros a través de canales interactivos. “La
penetración en el mundo empresarial está mucho más avanzada
que en los particulares”, ha afirmado.
Sarabia ha aportado datos que muestran que, en el sector empresarial, el acceso
a servicios financieros es el segundo uso más habitual de la red, sólo
por detrás del correo electrónico. “De cada 100 transacciones
en el sector empresarial, 60 se realizan a través de canales interactivos
mientras que, entre los particulares, sólo un 37% se hacen por nuestra
plataforma de línea abierta”, ha constatado el directivo de e-la
Caixa, quien también ha remarcado que la situación en España
está todavía lejos de otros países, así por ejemplo,
en EEUU “4 de cada 10 particulares hicieron búsqueda de productos
financieros a través de Internet”, ha señalado.
“la Caixa” tiene un 36% del total de clientes de banca online en
España. Entre los datos ofrecidos sobre su plataforma de línea
abierta (excluyendo cajeros), destacan los 3,1 millones de servicios contratados
y su 1,3 millones de clientes activos. Durante el pasado año, la entidad
bancaria contabilizó 71.129 millones de euros en transacciones a través
de su plataforma de línea abierta (web, móvil, teléfono,
televisión digital, etc).
Por su parte, Artur Serra, Director de Desarrollo de Negocio de GFT, ha analizado
en su ponencia “La banca entre lo real y lo virtual” la enorme fidelización
del con su entidad financiera, una de las más altas del mercado.
Serra ha remarcado que el coste operativo de cualquier transacción es
mucho más alto en la oficina que en Internet y ha recordado que “el
80% de los clientes que tienen cuenta en Internet realizan sus transacciones
a la oficina”. Según el directivo de GFT, la diferencia principal
que existe entre el canal Internet y la oficina radica en que esta última
puede ofrecer una mayor riqueza de información al cliente, a pesar de
tener un alcance mucho más limitado que Internet.
“De los 3 millones de usuarios de Internet que hay en España,
1 de cada 4 ya tiene una cuenta online”, ha manifestado Serra quien ha
añadido que, además, Internet es el único canal de las
entidades bancarias que no tiene un mayor coste dependiendo del tiempo de la
transacción.
Por último, José Antonio Ochoa, responsable de la oficina de
Internet de INDRA, ha ofrecido con su ponencia “El sector financiero e
Internet, visión de futuro” su particular vaticinio del nuevo papel
de las tecnologías en el sector bancario. Ochoa considera fundamental
que Internet se centre en la estrategia de distribución de las entidades
financieras y ha pronosticado que “a principios del próximo año,
más de una entidad bancaria va a tener que actualizar o renovar su tecnología
de e-banking”.
Para Ochoa, es necesario mejorar la usabilidad de los productos bancarios,
desplegar una verdadera arquitectura multicanal, desarrollar aplicaciones centradas
en los procesos de automatización y un mayor aprovechamiento de la potencia
de los productos. En cuanto al futuro de la red, el directivo de INDRA ha pronosticado
la ubicuidad de las transacciones, la desaparición de Internet como soporte
visual a la hora de realizar las transacciones y la desmaterialización
de los dispositivos que se verán substituidos por interfaces oleográficas.