Integración en el Hogar Digital

Aunque idealmente podría pensarse en utilizar una sola tecnología o protocolo para intercambiar información entre los equipos informáticos, de entretenimiento y de domótica de un Hogar Digital, la realidad es que no existe ninguna tecnología que sea óptima para cubrir todos los requisitos de prestaciones (velocidad, precio, tiempo de respuesta, etc.) en todas y cada una de esas áreas de aplicación. La razón es que los equipos informáticos y multimedia necesitan intercambiar información a altas velocidades, mediante grandes paquetes de datos y con latencia no crítica; mientras que los dispositivos de automatización y los electrodomésticos se caracterizan por intercambiar datos a bajas velocidades, mediante paquetes de datos pequeños y con necesidad de una latencia mínima.


Es muy probable que múltiples funciones o servicios pudieran hacer uso de un recurso compartido, como una instalación cableada o un sistema de red de área local, pero siempre existirán en el mercado tecnologías (propietarias o no) mucho más potentes y con menor coste para una aplicación determinada. Por lo tanto, hay que considerar un par de premisas a la hora de abordar el grado de integración de tecnologías en un proyecto: no hay una tecnología que sirva para todo, ni un protocolo que haga todo.



Como bien es sabido, se ha extendido el criterio de considerar que la red doméstica está formada a su vez por cuatro subredes: red de datos, red de multimedia/entretenimiento, red de seguridad y red de control/automatización. No obstante, uno de los objetivos a la hora de realizar un proyecto es el de integrar los servicios sobre el menor número de redes posible, a fin de reducir los costes de las infraestructuras necesarias para soportar dichos servicios, pero siempre sin perder de vista los diferentes requisitos de prestaciones que requieren cada uno de aquéllos.


Recientemente, los expertos están empezando a apoyar la idea de unificar algunas de estas redes que soportan servicios con requisitos tecnológicos similares. Así pues, con la digitalización masiva de todos los servicios, debido a la irrupción de la tecnología en todos los ámbitos de la sociedad y con Internet como eje vertebrador de esta integración tecnológica, se está empezando a considerar la posibilidad de integrar la red multimedia sobre la de datos para formar una red de ocio/entretenimiento sobre un único soporte tecnológico. Como consecuencia de todo esto, la nueva red doméstica del hogar vendría conformada por tres subredes distintas: una de seguridad, una de ocio/entretenimiento (datos/multimedia) que deberá tener capacidad para transmitir gran cantidad de datos a una alta velocidad y en la que la latencia no es un factor clave, y una de control/automatización basada en protocolos y tecnologías específicas para la automatización y control de las viviendas, que responde también a las características y requisitos enumerados en párrafos anteriores.


Sin embargo, el problema no se acaba únicamente en lo anteriormente expuesto sino que, además, para cada una de dichas subredes existen multitud de tecnologías, algunas de las cuales se puede apreciar en la figura. Algunas de ellas han nacido y madurado durante los últimos 25 años en el entorno de la automatización industrial y del control de edificios, pero a la hora de adaptarse al entorno doméstico se han encontrado con una gran barrera: el precio. Así, nos encontramos con multitud de soluciones propietarias y estándares entre los que habrá que elegir, según las necesidades de los usuarios finales, el perfil de dichos usuarios, las características de la vivienda, las posibilidades económicas, etc, la más adecuada para cada proyecto concreto.


Además, la gran diversidad de tecnologías y protocolos propietarios y la falta de un estándar mundial han supuesto un freno muy importante para el mercado, que se ha mantenido durante mucho tiempo a la espera de la definición de un estándar global que permitiera unificar la tecnología subyacente a todos los servicios conocidos del Hogar Digital (o al menos la tecnología subyacente a alguna de las subredes de la red doméstica). No obstante, y al igual que ha ocurrido en otras ocasiones a lo largo de la historia, ha habido tecnologías que han desaparecido (o están en proceso de desaparecer) en beneficio de otras que se han convertido en estándares de facto, aunque no hayan sido estandarizadas globalmente de manera oficial, debido a las preferencias de los clientes finales. Así, por ejemplo, en las redes de datos la tecnología Ethernet se ha impuesto con claridad sobre el resto de tecnologías; pero en el caso de las redes domóticas o de control/automatización este proceso aún no ha tenido lugar.



Por otra parte, están empezando a aparecer en el mercado sistemas (em•power, PowerMax+, Infinity, etc.) que permiten, al igual que en el caso de las redes de datos y de multimedia, unificar también las redes de seguridad y de control/automatización integrando en un único dispositivo las unidades de control de ambas subredes y permitiendo la interactuación entre ambos subsistemas, lo que posibilita la aparición de servicios avanzados tales como la gestión avanzada contra incendios, escapes de gas, intrusión, etc. Recordemos en este punto que los requisitos tecnológicos de las redes de seguridad y de control/automatización son muy similares, como lo eran los de las redes de datos y de multimedia.


Así pues, aunque no pueden en principio integrarse todas las subredes del Hogar Digital sobre una misma tecnología con unos costes óptimos, lo que sí puede hacerse, a la espera de que aparezca alguna nueva que posibilite lo anterior a un coste razonable (lo cual está aún por verse si es posible), es integrar algunas de estas subredes sobre una misma tecnología, reduciendo el número de canalizaciones, tubos, cables, etc. necesarios para conformar esas infraestructuras sobre las que soportar los servicios del Hogar Digital; y/o integrar los sistemas de control o manejo que existen entre el usuario y la vivienda. Tras lo comentado, puede observarse la posibilidad de reducir todas las redes del Hogar Digital a tan sólo dos, pero ¿y como integrar estas dos últimas o el control de las mismas?


A día de hoy no existen aún en el mercado pasarelas que permitan realizar esta función unificadora e integradora de una manera eficaz y a un coste razonable, pero sí se dispone de sistemas de control que permiten gestionar y controlar indistintamente elementos de ambas redes de forma unificada desde un único interfaz de usuario.


Uno de estos sistemas de control pueden ser los mandos a distancia programables multimedia (Philips iPronto, Pronto Pro NG, etc.), que son un interfaz de usuario avanzado ideal para el control integral del Hogar Digital. Este tipo de mandos permiten controlar de manera integral cualquier dispositivo de la vivienda que esté conectado a cualquiera de las dos redes, resultado de los procesos de integración que hemos mencionado anteriormente. Así, con estos dispositivos se posibilita el control de cualquier función de cualquiera de los elementos multimedia conectados a la red de datos/multimedia así como de cualquiera de los elementos sensores o actuadores pertenecientes a la red de seguridad/automatización.



A modo de ejemplo pueden observarse las siguientes pantallas del mando Philips iPronto desde las que podría controlarse cualquier dispositivo de la vivienda de acuerdo a su funcionalidad y ubicación dentro de la casa.



Así pues, podemos concluir que a día de hoy se están produciendo importantes avances en cuanto a la convergencia e integración del maremagnun de redes y elementos de control que hasta hace poco tiempo se utilizaban a la hora de hablar del Hogar Digital. Sólo los avances tecnológicos nos permitirán dirimir la evolución futura de esta integración y si ésta llegará a ser completa, pero no cabe duda de que las integraciones parciales, tanto en las redes o infraestructuras como en los sistemas de control o interfaces de usuario, son un hecho presente y pueden aplicarse en cualquier proyecto de Hogar Digital actual, proporcionando las ventajas económicas y de prestaciones mencionadas a lo largo de este artículo.

 
 
Patrocinio Oro
Patrocinio Plata
Patrocinio Bronce
Salir de la versión móvil