Cuando en 1950 lanzó Bang & Olufsen al mercado su primera televisión, un mueble maravilloso de madera y remates en tela que encerraba en su interior la mejor tecnología de entonces, los primeros hogares daneses afortunados, vibraron en blanco y negro con el invento. Hoy, más de cincuenta años después, la compañía danesa sigue siendo uno de los únicos fabricantes de televisores europeos, y recibe la admiración del mundo gracias a su combinación única de tecnología, diseño y funcionalidad.
Instituciones tan prestigiosas como el MoMA de Nueva York, premian la brillante trayectoria de una compañía que ha sabido seguir sorprendiendo al mundo, y que anuncia ahora que en adelante sólo comercializará pantallas planas. Aunque las televisiones nuevas de LCD y plasma de la compañía llevan ya varios años siendo la mayor atracción de sus tiendas, es ahora cuando Bang & Olufsen, con un catálogo amplísimo de pantallas para todas las necesidades, deja de fabricar televisiones de tubo y se centra exclusivamente en las pantallas planas, que han registrado en España un aumento de ventas del 22% en el último año.
Bang & Olufsen ha escrito su propia historia de la televisión
Durante más de cincuenta años, el tubo de rayos catódicos ha sido el corazón de la televisión; y ésta, a su vez, la ‘reina’ del salón de todos los hogares de los países desarollados. Con una historia de más de 80 años creando emociones para sus clientes en todo el mundo, Bang & Olufsen despide así con cariño a una televisión voluminosa que ocupaba el centro de la habitación, y que ha cedido hoy el sitio a una fina lámina que cuelga elegante y discreta en paredes, o se apoya en muebles o suelos integrándose en su entorno sin entorpecerlo.
Volviendo la vista atrás, observar las maravillosas televisiones lanzadas por la compañía danesa en este más de medio siglo, nos ayuda a ser testigos del crecimiento de las sociedades modernas: entre las televisiones de madera de los primeros ’50 y ’60, y las impresionantes pantallas del catálogo actual de la firma danesa, hay un abismo estético paralelo al experimentado por el resto del diseño industrial. Sin embargo, la televisión de ayer y la de hoy, para Bang & Olufsen, conserva un inmenso caudal de experiencia acumulada: la Television de 1950 y BeoVision 7, tan aparentemente distintas, se parecen en que ambas encierran la mejor combinación de su momento en tecnología, diseño, facilidad de manejo y funcionalidad; y ambas tienen en la base de su creación la filosofía de «provocar emociones a sus usuarios, esté la TV encendida o apagada».
Pantallas planas en todos los tamaños para el espectador más exigente
Los inconvenientes de las primeras pantallas planas -pocos tonos de gris, colores poco saturados, ángulo de visión estrecho y respuesta muy lenta- no hacían presagiar al que ha sido, hasta hace poco, el rey de los salones de la mayoría de los mortales, que iba a quedarse sin trono tan pronto. El gran salto cualitativo que ha experimentado la televisión de plasma y LCD (Liquid Cristal Display) en los últimos tiempos, unido a la tecnología exclusiva de la firma danesa, ha hecho perder definitivamente la partida al tradicional monitor catódico. Así, la firma danesa dispone de un completo catálogo de televisores planos de plasma y LCD, capaces de llenar los hogares de la mejor imagen y el sonido más real.
La mejor imagen posible y el giro más elegante
En 2006, utilizar un producto Bang & Olufsen resulta una experiencia mágica: cortinas electrónicas, movimientos elegantes y un exclusivo giro motorizado que permite dirigir al televisor a la derecha a la izquierda y situarlo en el ángulo perfecto, inclinándolo hacia arriba o hacia abajo. Pero además de magia, Bang & Olufsen, a través de las tecnologías propias VisionClear, garantiza la mejor imagen posible en todas las situaciones. VisionClear comprende una serie de tecnologías que el usuario experimenta en forma de comodidad de visión: al encender una televisión de Bang & Olufsen, el televisor ajusta automáticamente la calidad de la imagen para adaptarse a las condiciones de iluminación de ese momento en la habitación, y continuará haciéndolo hasta que se apague. La capa antirreflectante de la pantalla de contraste reduce de forma significativa el efecto de la luz entrante, ofreciendo una calidad de visión óptima incluso a plena luz del día
Por otro lado, el reducido espesor de una pantalla de plasma o LCD hace posible colocarla en lugares donde un televisor catódico nunca podría alojarse. Así, una pantalla plana se puede colgar de la pared o sobre un soporte apoyado en el suelo, por lo que el ahorro de espacio es considerable. Asimismo, estos monitores se pueden girar en torno a su centro de gravedad los grados necesarios para dirigir el televisor a la derecha a la izquierda, arriba o abajo, situándolo en el ángulo idóneo para el espectador.
Los monitores planos presentan otras ventajas adicionales como son una vida útil más larga y un menor consumo de energía. Por lo tanto, además de resultar la opción más adecuada para favorecer la conservación del medio ambiente, suponen también la elección más rentable a largo plazo.