AITEX desarrolla textiles inteligentes para mejorar la calidad de vida de mayores y discapacitados en el hogar digital.

Cortinas que cambian de color cuando se recibe una llamada, sistemas que alertan de una fuga de humedad en el baño o colchones que avisan si una persona se ha caído de la cama son algunos de los proyectos que AITEX está desarrollando para mejorar la calidad de vida de mayores y discapacitados en el hogar digital.

Ése es el modelo de vivienda en el que los investigadores del Instituto Tecnológico Textil (AITEX) de Alcoy (Alicante) están trabajando para dar mayor independencia y autonomía a las personas mayores o a aquellas que tienen algún tipo de discapacidad a través de unos servicios de asistencia, detección prematura de riesgos y protección personal.

El hogar digital monitorizado del futuro incorporará, según estos investigadores, servicios de asistencia con tecnologías de comunicación inalámbrica como el 3G, WiFi o Bluetooth, así como sensores textiles inteligentes que estarán integrados en elementos de textil-hogar y en la decoración.

De esta manera, almohadas, colchones, tapicería e incluso ropa incluirán unos electrodos basados en nanotubos de carbono que avisarán al habitante si se ha dejado el fuego de la cocina encendido o si el usuario se mueve o no mientras duerme.

Esta labor investigadora, que comenzó en enero de 2006 y se prolongará hasta junio de 2010, se enmarca en el denominado "Proyecto Persona", financiado por la Unión Europea y desarrollado en colaboración con veinte centros tecnológicos tanto de España como de otros países europeos, según explicó a EFE el responsable del grupo de investigación, José Gisbert.

El instituto también desarrolla otros proyectos para mejorar la habitabilidad de los hogares y la comodidad del mobiliario a partir de la nanotecnología.

Uno de esos estudios se centra en la obtención de nanoacabados textiles por electrohilatura, técnica que permite obtener fibras de pequeño diámetro, de entre 50 y 500 nanómetros, que se depositan sobre sustratos textiles convencionales para dotarles de altas propiedades como, por ejemplo, el aislamiento acústico.

A través de este procedimiento, los investigadores de AITEX han conseguido depositar sobre textiles una fina capa de nanofibras que absorbe de forma significativa las bajas frecuencias y permite utilizar estos materiales, con muy poco grosor, como aislamiento acústico en construcción y en el acondicionamiento de salas.

El instituto también participa en el proyecto europeo "SEAT" para crear un nuevo asiento de avión que tenga unas "condiciones de confort a medida de cada pasajero".

Éste evaluará y regulará los parámetros de humedad, temperatura, ruido y vibración, e incluirá un sistema de alerta sobre el estado de salud del viajero y de entretenimiento interactivo multimedia.

Asimismo, el grupo de textiles inteligentes y funcionales, que dirige Gisbert, colabora en el desarrollo de una alfombra eléctrica, a la que han bautizado con el nombre de "Aladín", que detecta la presencia de personas y objetos mediante su composición electrónica.

 
 
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