Para 2020, el 25 % de la población de la UE será mayor de 65 años. Para hacer frente a este desafío demográfico creciente, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy un plan de la Comisión para hacer de Europa un centro de desarrollo de las tecnologías digitales ideadas para ayudar a los ancianos a seguir viviendo independientemente en sus casas. La propuesta, presentada por la Comisión el 14 de junio de 2007, aportará unos 150 millones de euros más para financiar un nuevo programa conjunto de investigación europeo, con una inversión total de más de 600 millones de euros. Gracias a este nuevo programa, las empresas podrán crear productos y servicios digitales altamente innovadores para mejorar las vidas de las personas mayores en sus casas, en el lugar de trabajo y en la sociedad en general. Dispositivos inteligentes para mejorar la seguridad en casa, soluciones móviles para la vigilancia de las constantes vitales e interfaces de fácil uso para quienes tengan dificultades de visión o audición son todos ellos elementos que mejorarán sus carreras y la calidad de vida de las personas mayores y de sus familias. El plan ya había sido aprobado por el Parlamento Europeo el 13 de marzo en primera lectura (ponente: Neena Gill). Veinte Estados miembros de la UE, así como Israel, Noruega y Suiza, participarán en este programa conjunto de investigación.
Según Viviane Reding, Comisaria de la UE de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación, «no hay ninguna razón para que las personas mayores de Europa no aprovechen las ventajas de las nuevas tecnologías. Las soluciones y los servicios a que dará lugar este programa los ayudarán a seguir siendo activos en la sociedad y a preservar sus contactos sociales y su independencia por un tiempo más largo. Como parte de la suma de mil millones de euros que podrán gastar los Estados miembros de la UE y el sector privado en la investigación e innovación en este campo, este programa ayudará a las empresas europeas a satisfacer mejor las necesidades de nuestras personas mayores, abrirá importantes nuevas oportunidades empresariales importantes y aportará soluciones que asistan a los poderes públicos en su labor de hacer sostenibles nuestra sanidad y servicios sociales en el futuro».
Se prevé que el gasto en pensiones, sanidad y asistencia a largo plazo aumentará entre un 4 % y un 8% del PIB en las próximas décadas. Con un gasto total triplicado para 2050, muchos países están buscando ahora soluciones sostenibles. Ésta es la oportunidad económica para que las empresas europeas creen tecnologías para los ancianos europeos, que son también grandes consumidores, con una riqueza combinada superior a los 3 billones de euros.
Hasta 2013, la Comisión, los Estados miembros de la UE y el sector privado invertirán juntos más de mil millones de euros en investigación e innovación para «envejecer mejor», incluyendo los 600 millones del euros del nuevo programa conjunto de investigación y los 400 millones de euros del séptimo Programa Marco comunitario de investigación y desarrollo tecnológico. Los principales objetivos son conseguir unos ahorros significativos en sanidad y servicios sociales, crear un fuerte eje industrial para las TIC y el envejecimiento en Europa y facilitar una mejor calidad de vida a las personas mayores (por ejemplo, mediante tecnologías domésticas inteligentes para controlar a distancia la calefacción, la iluminación e incluso las reservas de alimentos, sistemas de alarma o instalaciones de sanidad a distancia). Europa se encuentra en una buena posición para convertirse en uno de los principales mercados de las tecnologías para «envejecer mejor», lo que brindará oportunidades para las empresas europeas de TIC en todo el mundo.
La investigación y la innovación de la UE en este campo ya cuenta con una tradición de éxito a la hora de crear soluciones de TIC innovadoras para las personas mayores. Dos buenos ejemplos son MobilAlarm, un servicio de vigilancia que permite a los ancianos realizar llamadas de urgencia y recibir ayuda siempre y cuando lo necesiten o lo deseen y I2HOME, el primer control remoto normalizado del mundo para los aparatos domésticos, de manera las personas con dificultades físicas o cognitivas puedan usar mejor los televisores, la calefacción, los microondas y las lavadoras.