La forma de almacenar los contenidos multimedia ha ido evolucionando a lo largo de los años. En el terreno del audio hemos pasado de las cintas de cassette a los CD´s y posteriormente a los ficheros MP3 o WMA, que nos traen los cada vez menos propiamente denominados reproductores MP3.
Ilustración: Almacenamiento en Red (NAS = Network Attached Storage)
En el terreno del video hemos visto luchar tres formatos de cinta, el VHS, el Beta y el 2000, para finalmente ver establecerse el sistema VHS durante muchos años. Su sucesor indiscutible, el DVD, pronto empezará a verse sustituido por otros formatos más modernos y capaces como el Blue-Ray, que finalmente se ha impuesto a su competidor el HD DVD. Sin embargo, todas estas tecnologías no dejan de ser vehículos de los ficheros de video en formatos como el MPEG-2, VC-1, MPEG-4 y sus variantes más conocidas DivX y XviD.
Si hablamos de fotografía digital, estamos siendo testigos de la desaparición paulatina de la película fotográfica en favor de las cámaras digitales y sus formatos de fotografías tales como el JPEG ó el TIFF.
Todos estos y otros muchos formatos pueden almacenarse en CD´s, DVD´s, tarjetas flash, pen drives, discos USB, pero cada día está más claro que su lugar ideal si pretendemos compartirlos en una red del hogar, en un servidor de red. Un ordenador personal puede hacer perfectamente de servidor de red, pero su consumo es elevado y la mayor parte de los ordenadores no están preparados para mantenerse encendidos las 24 horas del día, los 365 días del año.
NAS (Network Attached Storage)
Ilustración: Red Ethernet con NAS
Es aquí donde se empiezan a abrir camino los discos de red o dispositivos NAS (Network Attached Storage). Como sus siglas indican, se trata de dispositivos con una gran capacidad de almacenamiento que comparten a través de una red de área local. Esta red puede ser una red cableada basada en Ethernet o una red inalámbrica basada en WiFi.
Ilustración: Red inalámbrica con NAS
Si hacemos un poco de historia, descubriremos que los dispositivos NAS provienen del mundo empresarial, donde se alzaron hace ya más de una década como una alternativa al almacenamiento directamente conectado a los grandes servidores. En nuestros días, estos dispositivos han reducido enormemente su precio y se han hecho asequibles a cualquier bolsillo, teniendo un precio sólo ligeramente superior al de los discos USB de gama alta.
Ilustración: Netgear ReadyNAS Duo
Arquitectónicamente, los dispositivos NAS están formados por un pequeño ordenador con capacidad para conectarle uno o más discos duros, normalmente discos SATA, aunque a veces también discos USB. Suelen ser máquinas con alguna variante del sistema operativo Linux, especialmente optimizado para sus funciones habituales. Al no disponer de conexiones para pantalla, teclado o ratón, se manejan por medio de un cliente web con el que el usuario se conecta al servidor NAS empleando su dirección IP.
Ilustración: Configuración NAS
El gran precursor de los dispositivos NAS fue probablemente el Linksys NSLU2, apodado Slug, en inglés “babosa”. El gran mérito de este dispositivo fue que Linksys habilitó una puerta para que su sistema operativo embebido pudiera ser sustituido por variantes de Linux más abiertas, que lo convertían en un servidor de propósito general. Pese a sus limitaciones, sus numerosos seguidores desarrollaron toda una gama de servicios para explotar sus cualidades mucho más allá de las ideas originales de su fabricante.
Ilustración: Linksys NSLU2, Slug
Posteriormente han ido apareciendo variantes de marcas tan conocidas en este segmento a parte de Linksys, como Buffalo, D-Link, Thecus, Synology, Iomega, Data Robotics, QNAP, Raidsonic, Western Digital, Zyxel, Trendnet, Promise, Netgear, Maxtor o Conceptronic, por citar las principales. Con ellas, las prestaciones de estos dispositivos se han ido extendiendo hasta alcanzar cotas casi tan altas como las de sus rivales los servidores empresariales.
Ilustración: NAS de Buffalo, D-Link, Iomega y Conceptronic
El QNAP TS-209 II
A modo ilustrativo escogemos una de las estrellas actuales de estos dispositivos, el QNAP TS-209 II. Posiblemente el dispositivo más completo y potente de su categoría, está dotado de una CPU Orion a 500Mhz, 256Mb de RAM, tres puertos USB y una toma Ethernet Gigabit. Puede albergar uno o dos discos SATA, lo que le permite llegar a una capacidad de almacenamiento, empleando los discos más grandes disponibles en la actualidad, de 2Tb. Entre sus posibilidades, cabe destacar los siguientes servicios:
- Servidor de ficheros, con características avanzadas en cuanto a la seguridad de su compartición.
- Servidor ftp, para compartir archivos empleando este habitual protocolo.
- Servidor de copia de seguridad, que acompañado de un programa cliente que puede instalarse libremente en cualquier PC de la red, permite hacer copias de seguridad o sincronizar carpetas de archivos.
- Replicación remota cifrada, que permite mantener copias de los datos en otros dispositivos similares a los que pueda accederse vía red o incluso vía Internet.
- Servidor web con complementos como phpMyAdmin o Joomla incorporados, lo que permite configurar un servidor web con gestión de contenidos y muchas posibilidades más.
- Servidor de base de datos basado en MySQL.
- Servidor de impresión, que permite compartir hasta tres impresoras empleando los correspondientes puertos USB del dispositivo.
- Servidor de medios UPnP basado en el servidor TwonkyMedia, que permite compartir datos multimedia con otros dispositivos de la red que soporten DMA, UPnP o DLNA. Esto permitiría, por ejemplo, reproducir imágenes, videos, o incluso la radio a través de Internet desde dispositivos multimedia tales como consolas de videojuegos (XBOX 360 ó Play Station 3), Media Center Extenders o Media Players. De este modo se puede disponer de un Media Server en el hogar sin lugar de tener un PC.
- Intercambio de fotografías desde un servidor web especialmente diseñado para generar álbumes fáciles de crear y visualizar.
- Estación de descarga, para descargar archivos de forma desatendida, presentes en Internet por medio de los protocolos http o ftp.
- Servidor iTunes, para compartir la música mediante este estándar promovido por Apple y sus iPod´s.
- Estación de vigilancia, con capacidad para visualizar y controlar hasta dos cámaras IP, incluyendo la monitorización, grabación y reproducción en tiempo real a través de Internet, con capacidad para grabar en función de programaciones, de manera continua o por detección de movimiento.
- Servidor P2P, soportando las redes de BitTorrent y eDonkey (conocida por su cliente para PC, el eMule y sus muchas variantes)
- Soporte de la plataforma QPKG, que permite extender los servicios del dispositivo mediante la descarga e instalación de paquetes de software adicionales desarrollados por la comunidad de código abierto de todo el mundo.
Ilustración: QNAP TS-209 II
Todas estas características vienen combinadas con muchas funciones internas como el control del estado de los discos para prevenir pérdida de información, configuración de los discos en RAID-1, registro de eventos, soporte para UPS o soporte de DDNS (para encontrar el dispositivo en Internet sin necesidad de disponer de una IP fija), por citar algunas.
Conclusiones
En definitiva, los dispositivos NAS o discos duros de red, se están posicionando cada día más como los sustitutos de otros medios de almacenamiento por su versatilidad y capacidad de atender varios clientes al mismo tiempo. Su requisito fundamental es disponer de una red de área local en el hogar, lo que cada día resulta más sencillo si se emplea por ejemplo un modem-router ADSL con funciones de punto de acceso WiFi.