La Cátedra Telefónica de la Universidad de Extremadura y el grupo de investigación Quercus han desarrollado un software para el control de dispositivos domóticos denominado IntelliDomo. Este mecanismo está pensado para ser instalado en hogares y oficinas, de manera que se pueda controlar toda la instalación de forma remota desde un navegador o desde un teléfono móvil.
El sistema permite visualizar en tiempo real el estado de los dispositivos y modificarlos, así como comprobar los sucesos que se han producido en la instalación en cualquier periodo de tiempo. Desde una conexión a Internet, puede visualizarse, por ejemplo, la temperatura de una habitación, pueden comprobarse los sensores de presencia que se han activado en las últimas horas, encender la calefacción hasta una determinada temperatura o bajar una persiana.
El sistema aporta varias ventajas novedosas al mercado actual, según explica el responsable de la Cátedra Telefónica de la UEx, Adolfo Lozano. Por una parte, introduce la capacidad de integrar los dos protocolos de domótica más utilizados habitualmente, los conocidos como KNX y X10; y por otra, ofrece la opción de establecer perfiles de comportamiento para priorizar las reglas de actuación, dependiendo de una serie de variables como el estado, la hora o los hábitos de los propios usuarios.
Como ejemplifica Lozano, se puede ordenar al sistema que en el estado ausencia, "en caso de que se dispare cualquier sensor de presencia exterior, entre las 21:00 y 7:00, se bajen todas las persianas y se mande un SMS a un determinado móvil". En este sentido, el sistema ofrece la posibilidad de definir reglas con cualquier combinación de condiciones y dispositivos, e incluso "en caso de situaciones o mandatos contrarios optar por la opción que el sistema considere que es prioritaria”.
Además, dentro del proyecto IntelliDomo se está desarrollando actualmente un módulo que analiza los estados y situaciones anteriores de la instalación domótica, en intervalos de tiempos determinados, para aprender de los hábitos de los usuarios, y generar automáticamente reglas de actuación para los dispositivos. Estas reglas estudian el comportamiento de los usuarios y se anticipan a sus necesidades. Si un empleado, de forma habitual, llega a la oficina diariamente en un margen suficientemente corto de tiempo, y realiza una serie de acciones (por ejemplo poner la calefacción a 21º), el sistema detectará este comportamiento y se anticipará a su acción. Por otro lado, cuando se fijen ciertas directivas (por ejemplo valores lumínicos o de temperatura), el sistema aprenderá las acciones y las consecuencias para alcanzar esos valores. Por ejemplo, podrá modificar los estados de persianas, toldos, calefacciones o aire acondicionado, según los condicionantes, época del año, y prioridades. La meta que se persigue es la reducción del consumo de energía en una instalación y, por consiguiente, una mejora para el medio ambiente.