El IDAE ha presentado el estudio que ha realizado para conocer y analizar el consumo de energía de los más de 17 millones de hogares de España, por usos y fuentes energéticas, así como las características de su equipamiento, globalmente y en las tres zonas climáticas que se ha dividido el país.
Este trabajo ha sido promovido y financiado por Eurostat (la agencia estadística de la CE) con el 50% de su coste, con el fin de desarrollar y sistematizar una metodología para conocer las características del consumo en un sector complejo pero decisivo en el uso global de energía.
El trabajo, que ha durado 18 meses, ha sido el más ambicioso de todos los realizados en España sobre este particular y uno de los más significativos de Europa, con particularidades específicas nunca desarrolladas hasta la fecha, como son las medidas de los consumos eléctricos en tiempo real, incluidos los de “standby”.
Para su realización se ha contado con la cooperación de la Subdirección General de Planificación del MINETUR, Eurostat, el INE, el Colegio de Administradores de Fincas, las empresas suministradoras de energía, y las consultoras PVAlue, Nielssen y Escan para desarrollar un trabajo de campo.
Los hogares españoles consumen el 17% de toda la energía final y el 25% de la electricidad. Esta última fuente es la más utilizada (35%), seguida por el gas natural (25%). La calefacción es el servicio de mayor consumo y los electrodomésticos son el servicio que más electricidad demanda.
Como aspectos novedosos, el estudio ha permitido conocer que la vivienda aislada duplica el consumo del piso tradicional, que el llamado consumo en “standby” es muy superior al de refrigeración, que la TV es el segundo electrodoméstico de mayor consumo eléctrico, después del frigorífico, que los servicios centralizados de calefacción y ACS (agua caliente sanitaria) consumen un 22% menos que los individuales; que las bombillas de bajo consumo están ya presentes en el 86% de los hogares; y que las energías renovables se encuentran en el 11% de los hogares.
Los resultados del proyecto se han sometido a un proceso de validación multidimensional mediante contraste de los resultados de las más de 9.000 encuestas realizadas con las series de datos existentes de años anteriores, con la información facilitada por los suministradores energéticos, con los resultados de mediciones directas de consumo eléctrico en 600 hogares y con cálculos de los consumos, basados en parámetros técnicos.