El Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) ha publicado los resultados del nuevo “Estudio sobre la seguridad de las redes inalámbricas (Wi-Fi) en los hogares españoles”, realizado durante el segundo cuatrimestre de 2011 por su Observatorio de la Seguridad de la Información. En él, se pone de manifiesto el uso generalizado de las conexiones Wi-Fi y su amplia introducción en los hogares en España, como demuestra el hecho de que 8 de cada 10 usuarios españoles se conecte a Internet a través de una red inalámbrica Wi-Fi.
En cuanto a la conexión, la gran mayoría de los internautas (74,1%) lo hace a través de su propio router, mientras que un 25,2% se conecta habitualmente a una red pública (ayuntamientos, cafeterías, etc.) y un 11,9% accede a Internet conectándose a la red de otro usuario: amigo, vecino, etc.
De aquellos usuarios que acceden a redes Wi-Fi a través de una conexión pública y/o de otro particular, un 37% sólo se conecta cuando necesita realizar ciertas operaciones. Un 18,2% sólo usa dichas redes si están protegidas con contraseña y menos de la mitad (44,8%) se conecta siempre que lo necesitan en cualquier lugar.
INTECO alerta de que conectarse a redes ajenas siempre que se necesita, en cualquier lugar, supone un mal hábito de seguridad si se utiliza la red para asuntos que impliquen el uso de información confidencial (conversaciones, emails, contraseñas y cualquier tráfico no cifrado).
En el caso de conectarse sólo para hacer ciertas operaciones (37%) el mayor porcentaje se concentra en la franja de edad comprendida entre los 25 y 35 años (10,7%), seguida de la perteneciente a los individuos con edades entre 35 y 45 años (9,4%).
Y por último, en la conducta de conectarse sólo si la red tiene acceso mediante contraseña (18,2%) vuelve a ser la banda de 25 a 35 años los que presentan mayor proporción con un 5,6%.
Para usar una red inalámbrica es imprescindible protegerla con un sistema de cifrado, puesto que, de lo contrario, cualquiera en el radio de emisión podría acceder a los datos en circulación. El estudio demuestra el descenso en la utilización de cifrados WEP, obsoletos desde hace varios años, para proteger la conexión inalámbrica; y el aumento de estándares WPA y WPA2, más seguros que el WEP. Destaca el número de usuarios que, aunque desconoce el método, declara que su red se encuentra protegida (34,2%).
Por último, el 14% de los usuarios sospecha haber sufrido alguna intrusión en su red Wi-Fi por parte de terceras personas.
Algunas de las recomendaciones de INTECO para disponer de una red inalámbrica protegida son:
- Aplicar un buen estándar de cifrado como sistema de seguridad. El estándar WPA2 es el más seguro conocido hasta el momento.
- No difundir el nombre de la red a la hora de configurar en el router SSID3.
- Apagar el dispositivo Wi-Fi (router) si no se va a utilizar habitualmente o durante largas temporadas.
- La contraseña elegida para proteger la red Wi-Fi debe ser robusta. Para ello algunos consejos son:
- Utilizar al menos 16 caracteres para crear la clave.
- Combinar en una misma contraseña dígitos, letras (mayúsculas y minúsculas) y caracteres especiales.
- Cambiar la contraseña con cierta regularidad.
- No utilizar datos relacionados con el usuario que sean fácilmente deducibles, o derivados de éstos.