Gas Natural Fenosa e Indra han llevado a cabo el proyecto Zigamit para investigar y desarrollar una serie de tecnologías que ofrecen a los hogares un valor añadido a través de las redes inteligente y, además, permiten a la multinacional energética aprovechar la infraestructura que se está desplegando para la telegestión de contadores.
El proyecto Zigamit ha contado con financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dentro del programa bilateral Korea and Spain Innovation (KSI), que promueve la cooperación tecnológica entre empresas de ambos países.
El primer objetivo del proyecto ha sido desarrollar una infraestructura de comunicaciones inalámbrica basada en ZigBee, una tecnología ampliamente utilizada por múltiples aplicaciones y fabricantes de productos y que se está convirtiendo en un estándar a nivel mundial en el ámbito de Home Area Network (HAN) y domótica. Sus principales ventajas es la interoperabilidad entre múltiples aplicaciones y que, al tratarse de un sistema abierto, garantiza la disponibilidad de nuevas funcionalidades a corto y medio plazo.
La infraestructura debía integrar todos los componentes con la premisa de que el sistema ofreciera unas altas prestaciones a un bajo coste y con una fácil instalación para el cliente. Para ello, el proyecto Zigamit investigó y definió los requerimientos tecnológicos, operativos y funcionales necesarios para crear una arquitectura de comunicación estándar y abierta basada en los perfiles de aplicación Smart Energy Profile (SEP) y Home Automation (HA) dentro de la estandarización existente en ZigBee Alliance.
Gestión del consumo energético y de los servicios de confort
En paralelo, se desarrolló el software y hardware necesario para que las comercializadoras puedan proporcionar a los usuarios productos de valor añadido para la gestión multiservicios de su hogar. Entre las principales funcionalidades asociadas al proyecto Zigamit, se encuentra la gestión de la electricidad, de la calefacción y el agua caliente a través de la caldera o incluso también de los paneles solares, y de otras funcionalidades no directamente vinculadas a la energía, como son el consumo de agua y la seguridad.
De esta manera, el cliente doméstico puede, desde una tableta, manejar todos los servicios de su vivienda: conocer los consumos de energía, programar los aparatos eléctricos, gestionar la calefacción u optimizar el consumo de agua.
Entre los diferentes componentes que integran el sistema (Intelligent plugs, termostatos, etc.), destaca un dispositivo que se instala en cualquier caldera existente, permitiendo disponer de información exhaustiva sobre su funcionamiento e implementar aplicaciones "smart boiler" a partir de una caldera convencional.
Actualmente, el proyecto tiene implementadas dos pruebas piloto de los servicios de valor añadido en Cataluña y Madrid, con usuarios reales que permitirán valorar el grado de interés de estos servicios y optimizar las competencias en función de los necesidades de los clientes residenciales.
Despliegue de redes inteligentes
El proyecto Zigamit se enmarca en la estrategia de innovación de Gas Natural Fenosa e Indra ligada al desarrollo de "smart energy", es decir, de sistemas tecnológicos aplicados al punto de consumo energético.
En concreto, dentro de Zigamit se ha integrado la plataforma SOFIA (Smart Objects For Intelligent Applications), fruto de un proyecto anterior de Indra, enmarcado en el programa ARTEMIS, que es una plataforma basada en tecnología de web semántica, interoperabilidad y redes inteligentes de sensores que permitan la domotización de ciudades, edificios y coches, así como proporcionar servicios inteligentes y personalizados a través de dispositivos móviles.
El cambio de contadores es el primer paso para desarrollar redes inteligentes, que incorporarán tecnologías de la información y la comunicación para dar respuesta a las necesidades de los clientes y para mejorar la eficiencia del sistema eléctrico. Con ese objetivo, integrarán todas las acciones de los usuarios, de forma que, el suministro eléctrico sea más eficiente, seguro y sostenible.
Y es que, las redes inteligentes mejoran la eficiencia de los sistemas energéticos y contribuyen con ello al cumplimiento de los objetivos energéticos de la Unión Europea para 2020 recogidos en la Directiva 2010/31 UE sobre Eficiencia Energética para edificios: 20 por ciento de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, 20 de mejora de la eficiencia energética y otro 20 de producción con energías renovables.