Vitoria ha dado este martes 2 de octubre un paso más en su compromiso con la eficiencia energética y el fomento de la ciudad sostenible con la puesta en funcionamiento de una instalación de alumbrado vial con tecnología LED controlado por el sistema LumiMotion de Philips en el Paseo de la Senda que permite obtener un ahorro del 85 por ciento respecto a la instalación anterior.
La sustitución de las tradicionales luminarias de bola con halogenuros metálicos (con una potencia de 169W) por las MileWide2 con tecnología LED (con potencia 54W) ha permitido ahorros del 68 por ciento, porcentaje que llega al 85 por ciento gracias al control del alumbrado en función de la detección de presencia del sistema LumiMotion. Además, debido a la alta eficacia luminosa de esta tecnología, se ha conseguido doblar el nivel de la iluminación, duplicando también el nivel de uniformidad.
El sistema LumiMotion se basa en la instalación de una serie de sensores ópticos que detectan el movimiento en tiempo real (sin grabar ninguna imagen), permitiendo adaptar los niveles de intensidad del alumbrado dependiendo del tránsito de personas. De este modo, las luminarias reducen al 20 por ciento su potencia cuando el sistema no detecta movimiento (la mayor parte de la noche).
LumiMotion puede detectar cualquier persona o ciclista que circule a menos de 30km/h en un radio de 60 metros, aumentando la potencia del alumbrado hasta el 100 por ciento de forma suave y gradual cuándo se aproxima. Este ascenso gradual asegura que el peatón tendrá iluminación a su paso, sin la sensación de estar siendo vigilado provocada por un encendido instantáneo. La sensación de seguridad para el ciudadano es máxima, ya que en ningún momento percibe la bajada de intensidad delante y detrás suyo y, a su paso, obtiene un nivel de intensidad de iluminación del 100 por ciento.
Junto con el sistema LumiMotion, se han instalado las luminarias MileWide2 ideadas por el diseñador Knud Holscher. Estas luminarias cuentan con tecnología LED, que ofrece importantes ventajas frente a tecnologías tradicionales. Destacan los importantes ahorros energéticos (llegando a ser superiores al 80 por ciento), la larga vida útil de la tecnología (entre 70.000 y 100.000 horas), su fácil instalación y los bajos costes de mantenimiento.