Endesa ha alcanzado la cifra de 3,5 millones de telecontadores inteligentes instalados a finales de abril de 2013 en hogares españoles situados en los territorios donde opera como compañía distribuidora eléctrica (Cataluña, Aragón, Canarias, Baleares, Andalucía y Extremadura), el 30% del parque total (13 millones) que tiene que sustituir en España hasta 2018.
Los nuevos telecontadores, que sustituyen a los tradicionales, han sido desarrollados a partir de la tecnología de Enel, lo que permite la implantación de la telemedida. La telegestión permite operar de modo remoto en los nuevos dispositivos desde el Centro de Operación del Sistema de Telegestión, que está funcionando desde 2010.
El Plan de Telegestión desarrollado por Endesa contempla la sustitución de 13 millones de telecontadores en los domicilios de los clientes domésticos de la compañía (cuyas potencias son de hasta 15 kW) hasta 2018 (fecha tope que marca la legislación europea y nacional para la sustitución completa de contadores tradicionales).
La telegestión es la base tecnológica para el desarrollo de las redes inteligentes de distribución eléctrica (smartgrids), ya que aporta soluciones para el desarrollo de las smartcities, la integración de los sistemas eléctricos de generación distribuida, la incorporación de energía renovable a la red, la integración de la recarga de vehículos eléctricos y la gestión del alumbrado público.
La telegestión permite además al cliente conocer los datos de su consumo eléctrico de manera casi instantánea, por lo que tendrá la posibilidad de elegir las mejores tarifas para sus necesidades energéticas y planificar su consumo favoreciendo la eficiencia energética, otorgándole un papel más activo en el sistema eléctrico. La sustitución del contador convencional por el inteligente no supone ningún coste adicional para el cliente, que sigue manteniendo el contador en régimen de alquiler con las tarifas que marca la ley para todas las compañías.
También ofrece ventajas para el sistema eléctrico: proporciona información fiable y constante sobre el comportamiento de la red, lo que permite una mejor toma de decisiones de explotación; mejora la eficiencia global del sistema eléctrico y podrá evitar sobrecargas. Al mismo tiempo, contribuye a disminuir las pérdidas de distribución y favorece la gestión de la demanda energética, contribuyendo a la mejora de la eficiencia energética y a la reducción de emisiones de CO2.
Además del medidor que se instala en el domicilio particular de los clientes, Endesa está colocando en todos sus centros de transformación de baja tensión un equipo denominado “concentrador”, que gestiona los contadores de manera automática y remota comunicando con ellos a través de la propia red eléctrica y utilizando un protocolo de comunicaciones PLC (Power Line Communications).