El 70% de los pacientes y el 80% de los profesionales de la salud estarían dispuestos a utilizar la telemedicina o la Gestión Remota de Pacientes (GRP) si estuviera a su alcance. El GRP es un sistema que, a través del uso de la tecnología, permite a los pacientes controlar su estado desde su hogar y compartir los resultados en tiempo real con su médico.
Así lo revela el informe “Gestión Remota de Pacientes: Un estudio sobre las percepciones de pacientes y profesionales en España”, elaborado por la escuela de negocios IESE y Telefónica, presentado el pasado 29 de octubre en Barcelona, que recoge la opinión de casi 1.800 personas entre pacientes crónicos (hipertensión, diabetes, cardiopatías y enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC) y profesionales médicos de toda España (médicos de cabecera, especialistas y enfermeros) tanto del sector público como privado.
En la actualidad, solo un grupo reducido de profesionales (entre un 3% y un 11%) y de pacientes (un 7%) utilizan habitualmente los sistemas de Gestión Remota de Pacientes. Los principales beneficios del uso de GRP se asocian a la mejora de la calidad de atención, la detección precoz de cambios en las afecciones crónicas o la asunción de mayor responsabilidad de los propios pacientes en su atención, entre otras.
En cuanto a los beneficios que aporta, casi nueve de cada diez profesionales consideran que la GRP ayuda a mejorar la calidad de la atención al animar a los pacientes crónicos a cuidar más su salud y detectar precozmente los cambios en sus afecciones. Eso, además de a reducir la aglomeración y visitas rutinarias de pacientes al hospital. Los pacientes, por su parte, destacan también que se trata de una tecnología muy útil para ahorrarles tiempo y visitas al hospital.
No obstante, el sistema GRP despierta también preocupación entre ambos grupos. La falta de acceso a la tecnología por parte de los pacientes y su falta de formación tecnológica es una de las principales preocupaciones para el 80% de los profesionales de la salud. Eso sin contar con un menor contacto personal con sus pacientes. Precisamente esta falta de contacto con los médicos es también la principal preocupación de los pacientes, si bien la mayoría se sentirían cómodos utilizando una videoconferencia. Sólo una media del 16% de los pacientes encuestados se negó a utilizar el sistema aunque se lo ofrecieran.
Otra de las principales conclusiones del estudio, y algo en que coinciden tanto los pacientes como los profesionales, es que, aunque son mayoritariamente favorables al uso del sistema GRP, es necesario ofrecer más información, algo que facilitaría su aplicación. Otra de las claves para su éxito sería que los médicos, como fuente fiable para los pacientes, ayudaran a éstos a iniciarse en el sistema.
Recomendaciones para su implantación
A partir de estas conclusiones, el estudio ofrece varias recomendaciones para la introducción eficaz de la telemedicina en un momento como el actual. El primer paso es ofrecer un acceso claro, relevante y transparente al sistema GRP. A ello contribuiría dar a conocer los resultados de experiencias exitosas en distintas regiones y sectores, algo que ayudaría a motivar su utilización. En esta campaña informativa sería importante el papel del Ministerio de Sanidad como una fuente creíble y de confianza.
El informe aconseja que, a la hora de informar sobre el sistema GRP, se debería hacer hincapié en intentar que lo conozcan aquellos menos familiarizados con el término: médicos de cabecera, especialmente en el sector privado, pacientes con hipertensión y diabetes, pacientes con menos ingresos o aquellos residentes en el centro (excepto Madrid), noroeste y regiones orientales de España.
Asimismo, según el estudio, la promoción de la telemedicina debería comenzar por aquellos grupos más proclives a su uso: pacientes de EPOC y cardiopatías, los que cuentan con mayores ingresos y los que residen en las regiones meridionales y del noreste de España o en Madrid.