La Universidad de Salamanca ha patentado una tecnología, Sociograph, que, a través de unos sensores colocados en las manos, puede evaluar los niveles de atención y la emoción de los usuarios para comprobar qué efecto le están produciendo un acto en concreto, que puede ser desde un discurso a una película. La empresa encargada de comerciarla es la firma palentina ICON Multimedia.
Mostrada durante la Feria Firtur, celebrada el pasado mes de enero en Madrid, esta tecnología estuvo expuesta para medir el impacto emocional que causaban una serie de imágenes relacionadas con actividades y lugares turísticos. Por tanto, se puede aplicar en los sectores de la publicidad (en este caso, el de la promoción turística) o de la política.
La utilidad de esta tecnología hace que este desarrollo tecnológico sea del máximo interés para el neuromarketing, una disciplina que aplica técnicas del ámbito de las neurociencias al ámbito de la mercadotecnia. En concreto, los electrodos de contacto miden respuestas biométricas, como la actividad cerebral, la reacción de la piel o el ritmo cardiaco. El conjunto de diversos parámetros se sintetiza en datos que muestran la sensibilidad de cada persona que es expuesta ante una experiencia concreta.
En los últimos años, el Sociogragraph se ha aplicado en diversos ámbitos, primero en un nivel experimental y, poco a poco en aplicaciones cada vez más concretas. Los experimentos han ido variando, desde los primeros con estudiantes de psicología que visualizaban secuencias de anuncios; pasando por la visualización de un corto en un cine para público general; hasta la aplicación presentada en Fitur, llamada Destinómetro, que se ubicó en el stand de Turespaña y proyectó imágenes de parques nacionales, playas o gastronomía para ver la respuesta del público a cada una.