La marca japonesa de aire acondicionado Hitachi ha incorporado a su gama residencial y comercial modelos (mural, techo, cassette) que incluyen sensores de movimiento capaces de regular su funcionamiento de acuerdo si hay presencia humana o no, optimizando así el rendimiento del equipo.
Su funcionamiento es sencillo y su aplicación es muy práctica. Por ejemplo: en una planta de oficinas con climatización en todos los despachos y salas, la unidad de la sala de reuniones no es necesario que funcione de modo continuo, sino sólo en los momentos de ocupación.
En los equipos de aire acondicionado para aplicaciones comerciales, como el modelo cassette RCI-FSN3Ek, que cuenta también con este sensor de movimiento de Hitachi, la unidad de climatización detectará la ausencia de actividad humana, apagando el dispositivo o reduciendo su actividad. Para mayor eficacia, el tiempo de detección es ajustable, evitando reinicios del equipo si la frecuencia de uso de la sala tiene cierta continuidad.
En términos económicos, considerando que según la directiva de diseño ecológico ERP el consumo de una unidad 3HP debe ser 2.520 kWh/año, el coste adicional del sensor de movimiento (valorado en unos 175 euros) es amortizable en menos de dos años a poco que en esa sala de reuniones se olvide apagar el aire acondicionado una de cada cuatro veces que se utilice.
Otras aplicaciones interesantes puede ser para negocios de restauración, en los que la afluencia de público es muy variable según las horas del día, de manera que, el propietario no debe estar pendiente de estar encendiendo y apagando la climatización, pues el equipo se ajustará a la actividad y ocupación de la sala de forma automática.