La Comisión Europea ha dado luz verde al proyecto IAQSense (Calidad del Aire en Ambientes Cerrados) para abordar la creciente importancia de la calidad del aire (IAQ, por sus siglas en inglés) en ambientes cerrados como edificios o vehículos. Un consorcio formado por 10 colaboradores de cinco países tiene como objetivo afrontar este asunto durante un programa de investigación de tres años.
La mala calidad del aire interior puede causar molestias como fatiga, dolores de cabeza, debilidad, irritación en los ojos y otras reacciones en distintos individuos. El problema es que la baja calidad del aire puede ser causada por una gran variedad de los denominados Componentes Orgánicos Volátiles (VOC, por sus siglas en inglés) en una concentración extremadamente baja.
A día de hoy, sólo equipos de análisis de alto coste puede proporcionar medidas fiables y en tiempo real de la calidad del aire. Sin embargo, se han reportado recientemente nuevos aproximamientos usando nanotecnología que se consideran alentadores para la producción masiva de sistemas de sensibilidad de bajo coste, capaces de detectar múltiples gases a una alta velocidad y con una elevada sensibilidad.
El objetivo de este consorcio de colaboradores formado por industrias y organismos de investigación es transferir estos resultados científicos a un sistema de sensibilidad fiable preparado para la producción masiva. El sistema consistirá en nanotecnología basada en sensores: espectrómetro de chip, detector de ionización polar y detector de rastro de moléculas usando ‘piezo-cantilever’ basado en electrónica para un reconocimiento rápido siguiendo un patrón de una gran variedad de VOCs y otros componentes nocivos.
IAQSense desarrollará un kit de sensores, electrónica integrada y comunicación inalámbrica, validado con un kit de las moléculas más comunes presentes en espacios interiores. Esto irá seguido por una investigación de nuevos algoritmos para la automatización de los edificios que exploran la contribución de esta tecnología de sensores inteligentes para la optimización de la salud, el confort y los ahorros energéticos. Vehículos y dispositivos conectados serán otras de las aplicaciones a explorar.