A poco menos de un mes de que finalice el curso escolar, son muchos los alumnos a los que se les ha asignado el centro educativo donde comenzarán su etapa escolar el curso que viene. Ante un ambiente de reducción de presupuesto, los gestores buscan nuevas estrategias para ahorrar en la factura energética de los centros educativos, sin mermar en el confort de los alumnos y docentes. Además, la integración de las TIC en la enseñanza, como la fibra óptica o las pizarras digitales, son cada vez más necesarias para hacer fente a los retos educativos del futuro.
La Escuela Pública de Educación Infantil y Primaria, Enxaneta, del municipio barcelonés Viladecans, es buen ejemplo de ello. Considerada como una ‘Smart School’, esta escuela entró en funcionamiento en el curso 2012-2013 y cuenta con instalaciones propias de un edificio inteligente: una planta de producción de energía fotovoltaica, fibra óptica, sensores lumínicos, pizarras digitales, entre otras. Con estos sistemas, Enxaneta, además de ser una escuela inteligente, ha logrado obtener la Certificación Energética A del Instituto Catalán de la Energía (ICAEN).
El nuevo centro educativo es uno de los mayores del municipio. Tiene 4.987,60 m2 de superficie construida y cuenta con 8.000 m2 de parcela, dispone de planta baja y dos pisos, en los que se distribuyen más de 40 aulas, un gimnasio con vestuarios, un comedor con cocina propia, una biblioteca y un local para la asociación de madres y padres. El patio, amplio, tiene espacios separados e independientes para los alumnos de infantil y primaria.
Las tipologías constructivas de las instalaciones incorporan los conceptos de registrabilidad y escalabilidad, fomentando la facilidad de implementación de dispositivos de gestión conjunta de los diferentes sistemas (iluminación, climatización, telecomunicaciones, seguridad, sensorización domótica) y ofreciendo la disponibilidad de espacios adecuados para instalar sistemas avanzados a medida que sea requerido, por ejemplo, por la incorporación de avances tecnológicos en las instalaciones.
Viladecans es una ciudad costera del área metropolitana de Barcelona con una población que supera los 60.000 habitantes. En los últimos años, este municipio barcelonés está llevando a cabo un proceso de modernización continuado en su estrategia de convertirse en una Smart City. En este contexto se enmarca la escuela Enxaneta, cuyos criterios de diseño responden a aspectos estratégicos de la ciudad como el acceso al centro (que se realiza por pasaje peatonal) o la integración en redes de servicios municipales (como la red de agua no potable que reutiliza agua freática, la red Smart Grid local o la red municipal de fibra óptica).
Sistemas inteligentes para el ahorro energético
El edificio cuenta con una serie de elementos energéticos para aprovechar los recursos naturales, generar energía verde y ahorrar energía. Se trata de una serie de elementos pasivos (materiales, orientación, etc.) y activos que le han llevado a conseguir la Certificación Energética Clase A del ICAEN y, por consiguiente, a reducir el consumo energético.
Entre los elementos activos, para la calefacción se ha instalado una caldera de gas de condensación y circuitos de radiadores de agua de fundición con válvulas termostáticas y aeroconvectores; para el agua, pulsadores temporizados en los grifos de baños y duchas, nueve placas solares térmicas para el agua caliente y un sistema de recirculación del agua caliente para reducir su consumo.
En la ventilación, se ha equipado al inmueble con recuperadores de calor para recuperar alrededor de un 50% de la energía contenida en el aire de extracción; para lograr una iluminación eficiente se han instalado fluorescentes de bajo consumo con reactancias electrónicas, alumbrado crespuscular en las zonas próximas a las ventanas y sensores de presencia en los baños.
Este centro también ha sido dotado de una planta de producción de energía fotovoltaica que ocupa la mayoría de la superficie del tejado y que forma parte de la red que incluye otros edificios municipales. Las 396 placas instaladas producen 130 Mwh anuales, lo que supone el 70% del consumo energético que la escuela necesita. Pertenece, como se ha citado antes, a la Red Smart Grid local.
La escuela cuenta con equipos de telelectura para aprovechar de forma ‘inteligente’ un recurso tan valioso como el agua, lo que permiten un control del consumo online y en tiempo real. Estos sistemas también sirven para analizar y comparar patrones de consumo, anticiparse a posibles averías o detectar de forma rápida y precisa posibles fugas. Y como todo se hace a distancia, el servicio funciona siempre, cubriendo plazos de ausencia como las vacaciones escolares.
Telecomunicaciones
La Escuela Enxaneta tiene acceso a la red W!CABLE, la red municipal de fibra óptica de uso mixto: por un lado, para uso corporativo en red con el resto de edificios y servicios municipales y, por otro , para uso mayorista en el mercado de la FTTH. Este colegio dispone de conectividad en banda ancha ultrarrápida para satisfacer cualquier necesidad propia de los usos e instalaciones de esta tipología de edificios: el acceso a Internet con servicios desde 100/100 Mbps hasta 1Gbps, conectividad para la gestión de consumos Smart Grid, conexión a Intranets de diferentes agentes públicos, servicios de videovigilancia.
Este edificio, como centro educativo, debe estar preparado para afrontar los retos tecnológicos y metodológicos que se plantean en la pedagogía del futuro. En este sentido, la fibra óptica ha permitido dotar a todas las aulas de pizarras digitales interactivas así como de otros proyectos innovadores en el aula (entornos personales de aprendizaje), trabajar en la nube, consumir recursos de alta calidad o conectar simultáneamente diferentes dispositivos. También posibilita la mejora de la gestión energética del centro educativo, ya que la transmisión de los datos de consumo por la red requiere mucha conectividad.
Además, la conectividad Wi-Fi en todas las aulas facilita el trabajo de los alumnos mediante el uso de sus propios dispositivos, ya sean ordenadores, Tablets o Smartphones. Esta estructura permite a los alumnos y docentes crear su propio material didáctico y compartirlo en un entorno de trabajo colaborativo, es decir, una plataforma educativa. Esta plataforma educativa se trata de un nuevo entorno web que facilita la interrelación entre toda la comunidad educativa: docentes, padres y alumnos. Con ella, los padres podrán recibir avisos sobre las notas o la asistencia a clase del alumnado. Con todas estas prestaciones, Enxaneta forma parte de la Red de Innovación Educativa del municipio creada para impulsar nuevos proyectos de escuela digital.