Más de 300 investigadores de todo el mundo se han dado cita entre el 4 y 6 de junio en Salamanca en la Conference on Practical Applications of Agents and Multi-Agent Systems, XII PAAMS, un congreso de expertos en distintas vertientes de la inteligencia artificial: hardware, software, robótica e incluso psicología, que ha contado con la presencia del Geminoid HI-4, un robot inteligente, sensible a lo que ocurre a su alrededor y con rostro humano.
Este evento ha contado con la presencia de Masataka Inoue, rector del Instituto Tecnológico de Osaka, una institución con un enorme potencial en el mundo de la robótica, hasta tal punto que acaba de comprar un terreno en el centro de Osaka para construir un edificio de 22 pisos de altura destinado a ser una facultad de arquitectura y robótica y estudiar las interacciones entre los robots, los seres humanos y los sistemas arquitectónicos. Una de las principales aplicaciones que tiene esta línea de investigación es la asistencia a las personas de edad avanzada, un sector de la población cada vez mayor en países como Japón, donde la inteligencia artificial y la robótica se postulan como elementos que les pueden facilitar la vida en sus domicilios y oficinas.
Poco a poco, la inteligencia artificial está llegando a nuestras vidas de mano de la robótica y la integración es total. Algunos ejemplos se han presentado en este congreso, que tiene un importante componente práctico y que incluye competiciones que servirán para comparar resultados de distintos grupos de investigación y de empresas.
Un robot inteligente y con rostro humano
Pero si por algo se caracterizó el Congreso de inteligencia artificial y robótica fue por la ponencia impartida por el robot Geminoid HI-4, el clon del catedrático de la Universidad de Osaka, Hiroshi Ishiguro. El científico, cuya apariencia física es idéntica al robot, lo ha manejado de forma remota desde Japón para ofrecer una conferencia centrada, precisamente, en el desarrollo de androides y sus aplicaciones. Sin embargo, la principal característica de Geminoid HI-4 es que puede interactuar con personas in situ, lo que puede tener utilidades muy diversas para automatizar servicios y atender a personas.
Desde el año 2000, Hiroshi Ishiguro ha desarrollado cinco tipos distintos de robots humanoides, con diferentes características, grados de evolución y apariencia de hombres, mujeres y niños. Geminoid HI-4 es la cuarta versión de un robot que ha originado más de 300 publicaciones científicas. Es único en el sentido de que fue el primero con la doble característica de ser manejado de forma remota a la vez que reacciona a lo que sucede en el lugar en el que se encuentra
, ha explicado Juan Manuel Corchado, vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Salamanca y líder del grupo de investigación BISITE, organizador del congreso. Si hubiera aquí un gran ruido, con independencia de lo que hiciera su creador en Japón, respondería con un gesto de susto
, pone como ejemplo Corchado. Y es que, el rostro de silicona del robot es capaz de mostrar emociones humanas como la alegría o el disgusto a través de sus movimientos faciales.
Para conseguir estas reacciones, se utilizan modelos de inteligencia emocional que permiten captar información por medio de todos los sensores que lleva incorporados y, a partir de ahí, proporcionar respuestas ante los estímulos
, explica el experto. El desarrollo de la inteligencia artificial permite dotar a este sistema de la capacidad para tomar decisiones con un alto grado de autonomía, de manera que es capaz de aprender de su propia experiencia, gestionar una gran cantidad de datos y ofrecer una respuesta.
Este desarrollo tecnológico no se queda en la anécdota o la experimentación científica, sino que tiene aplicaciones muy interesantes e interdisciplinares. Si se automatiza un poco más, podría trabajar como dependiente detrás de un mostrador o realizar labores de asistencia geriátrica, acompañando a personas mayores las 24 horas del día gracias a su aspecto realista
, apunta Corchado.