Técnicos de la Fundación Santa María la Real ha iniciado durante la jornada del lunes 9 de junio el proceso de monitorización del Monasterio de Yuso, situado en San Millán de la Cogolla (La Rioja). La instalación del MHS (Sistema de Monitorización del Patrimonio), desarrollado por la entidad aguilarense, permitirá salvaguardar todas las intervenciones realizadas hasta el momento y conservar las piezas que alberga el edificio, que cuenta con la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.
El proyecto viene propiciado por la firma de un convenio entre la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación Santa María la Real; acuerdo que ha contado con la ayuda del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través del programa de apoyo a la innovación tecnológica en el medio rural y la colaboración de los Agustinos Recoletos, que regentan el cenobio, y la Fundación Caja Madrid.
Hasta el momento, el Monasterio ya ha sido objeto de numerosas actuaciones, entre las que destaca por su envergadura la restauración de la Iglesia, realizada hace unos años. Pese a todo, existen determinadas patologías que no pueden resolverse de forma integral con intervenciones, ya que afectan a la ubicación y diseño del edificio, como es el caso de la aparición de humedades y la escasa ventilación de la Iglesia.
Por ello, se ha optado por instalar un sistema de monitorización, una vez concluidas las primeras fases del proyecto, que han consistido en un estudio global del edificio, la toma de fotografías, la realización de inspecciones termohigrométricas y de análisis químicos y la determinación de las zonas con mayores riesgos, con el fin de designar la ubicación de los sensores.
Monitorización de parámetros ambientales
Tras esta primera fase de estudios, se han detectado problemas de humedad debido a la presencia de agua en el subsuelo bajo el pavimento de la iglesia, ya que el monasterio de Yuso se emplaza sobre abundantes corrientes de agua. Por ello, se ha considerado necesario identificar la variación de los parámetros ambientales de temperatura y humedad con objeto de registrar el comportamiento termohigromético del edificio y establecer así un diagnóstico definitivo para esclarecer el origen de las patologías encontradas y proceder a subsanarlas.
Además, gracias a la monitorización ambiental, se podrá hacer un seguimiento en tiempo real de estos parámetros y se podrá controlar el impacto del uso y su influencia en la conservación de los bienes muebles que alberga el monasterio.
El sistema que va a instalarse es conocido como MHS, una herramienta para la gestión integral del patrimonio que ofrece, por un lado, una serie de dispositivos para el control de parámetros y la transmisión de la información y, por otro, una serie de servicios para la correcta gestión de esa información.