Los socios del proyecto europeo LIFE DOMOTIC han presentado los resultados del mismo en TECMA, la Feria Internacional del Urbanismo y el Medio Ambiente celebrada en IFEMA entre el 11 y 13 de junio. Durante la Feria también se debatió sobre los beneficios ambientales, económicos y sociales de la domótica en el stand que el proyecto DOMOTIC.
El proyecto DOMOTIC ha presentado sus contribuciones al Foro de las Ciudades de TECMA-IFEMA en el que las entidades locales y los ciudadanos han puesto en valor las sinergias y los compromisos que han de producirse para hacer ‘ciudad con ciudadanía’, donde el factor humano se coloque como el primero de los requisitos necesarios para diseñar espacios urbanos habitables.
LIFE DOMOTIC ha demostrado la potencialidad que la domótico tiene para crear edificios inteligentes, que formen parte de una ciudad inteligente. La domótica resulta fundamental para monitorizar y gestionar los edificios, tanto públicos como privados, reducir su consumo energético, mejorar la calidad de vida y las funcionalidades de los edificios y convertirlos en espacios amables e inteligentes en el confort de las personas y en el uso de los recursos, fundamentalmente de la energía.
Este proyecto ha conseguido mediante la implantación de dispositivos domóticos en dos edificios educativos del Grupo San Valero en Aragón, la Universidad San Jorge y el Centro de Formación de la Fundación San Valero; y en un edificio destinado a exposiciones y actividades educativas como es el Centro de Recursos Ambientales de Castilla y León (PRAE) en Valladolid, reducir los consumos energéticos entre un 45 y un 60% dependiendo de las características, uso y antigüedad de los edificios.
Esta experiencia puede resultar de gran utilidad para las entidades locales, propietarias y gestoras de edificios públicos cuyo principal hándicap es el coste energético de su funcionamiento. De hecho, la implantación de la domótica en estos edificios contribuiría a liberar importantes recursos económicos de gasto corriente en las Administraciones Públicas, que podrían ser destinados a inversiones o servicios sociales.
Además del ahorro económico y de reducción de emisiones de CO2, la domótica también contribuye a mejorar la prestación de servicios a los ciudadanos o la accesibilidad a los edificios, tanto de trabajadores como de usuarios.