Hasta hace pocos años, la intervención en edificios históricos y monumentos patrimoniales para su conservación o rehabilitación era entendida como una ‘intervención directa en el edificio’ o ‘en sus bienes muebles’ una vez surgida ‘la herida’ (deterioros en la estructura), es decir, a posteriori. Para evitar posibles alteraciones en estos edificios históricos y su inmediata intervención, la Fundación Santa María la Real ha desarrollado el sistema de monitorización del patrimonio MHS (Monitoring Heritage System) que propone la conservación y mantenimiento preventivos para reducir riesgos, mejorando así la preservación del patrimonio cultural.
Y es que, la restauración de edificios del Patrimonio Histórico-Cultural (iglesias, catedrales, museos, monasterios, ermitas, etc.), es cada vez más necesaria ya que, muchos de ellos fueron construidos a partir del siglo X (época en la que la arquitectura románica comenzó a dejar su huella en la mitad norte de España), por lo que el transcurso del paso tiempo tiene como consecuencia una serie de deterioros como aparición de humedades o grietas.
Esta apuesta de ‘prevenir para no tener que curar’, de adelantarse y actuar antes de que se produzcan daños en las estructuras, evita que una pequeña fisura pueda convertirse en un problema o que la humedad acabe por dañar una pintura o retablo. De este modo, las joyas arquitectónicas de importante valor patrimonial podrán perdurar en la historia, sin que sea necesaria su intervención directa.
Tras casi cuatro décadas trabajando en el estudio, restauración, conservación y difusión del Patrimonio, especialmente del románico, esta entidad con sede en Aguilar de Campoo (Palencia) ha desarrollado el sistema MHS que, no sólo garantiza la conservación preventiva del Patrimonio, sino que también permite la gestión integral de dichos inmuebles, como la seguridad, los accesos o la iluminación.
Diagnóstico preventivo y actuación en tiempo real
El sistema MHS, flexible y totalmente adaptable a las necesidades de cada edificio, está compuesto por una serie de sensores (higrómetros, xilógrafos, luxómetros, etc.) inalámbricos de gran precisión que funcionan por radiofrecuencia basados en el estándar internacional IEEE 802.15.4/ZigBee a una frecuencia de 900 MHz o 2.4 GHz. Estos dispositivos de pequeño tamaño y escaso impacto visual se colocan en puntos estratégicos en los edificios en los que se quiere realizar una conservación preventiva y detectan diversos parámetros ambientales (temperatura, humedad, presión, intensidad lumínica) y estructurales (vibraciones, fisuras).
Estos sensores, tras registrar los datos, los envían a un servidor central (la frecuencia de envío de datos puede ser programable por el usuarios) donde son analizados por un equipo multidisciplinar que determina el diagnóstico preventivo y el protocolo de actuación a seguir en cada edificio, corrigiendo posibles alteraciones o patologías. El sistema MHS puede activar un protocolo automático, remoto y en tiempo real. Por ejemplo, en caso de detectar una humedad, pueden ordenar la apertura de ventanas o la puesta en marcha de calefactores para corregir los excesos detectados.
Gestión integral
Junto a la conservación preventiva, el MHS dispone también de aplicaciones que facilitan la gestión integral de los bienes patrimoniales. Así, por ejemplo, puede contralar aspectos como la seguridad y la protección frente al expolio, incendios o inundaciones, especialmente en monumentos o sitios más apartados o vulnerables.
Otra de las aplicaciones del MHS es que puede facilitar la dinamización y la promoción turística, mediante la aplicación de distintas tecnologías. Una de ellas es el acceso controlado al edificio, mediante un sistema de códigos y tarjetas magnéticas, que permite además un recuento de visitas. Junto a ello, se han desarrollado mecanismos de proyección 3D; de descarga de audioguías, mediante códigos QR; o la puesta en marcha de un sistema de iluminación, que puede regularse permitiendo la creación de diferentes escenas o ambientes y guiando la mirada del visitante hacia los elementos más destacados.
Aplicación de MHS en templos y monasterios
Un ejemplo de la aplicación del sistema MHS es el que se ha ejecutado en la iglesia románica San Martín de Castañeda (San Martín de Castañeda, Zamora), que data del siglo X, donde se han llevado a cabo diferentes actuaciones pertenecientes al Plan Románico Atlántico. En este templo, MHS monitoriza parámetros ambientales (temperatura y humedad) y estructurales (fisuras), mediante sensores de tipo termohigrométricos y fisurómetros, respectivamente, que registran y envían los datos a través del MHS al centro de control de la Fundación Santa María la Real, donde son procesados y analizados.
Otra intervención, también perteneciente al Plan Románico Atlántico, es la realizada en el templo tománico de San Pedro de la Nave, cuya ubicación actual se encuentra en la localidad zamorana de El Campillo. En esta iglesia, el sistema MHS controla los parámetros ambientales de temperatura e iluminación del edificio, mediante la instalación de higrómetros y luxómetros. Los datos obtenidos sirven para redactar propuestas de intervención y garantizar la adecuada conservación y mantenimiento del mismo.
El sistema MHS también ha sido instalado, como parte del Plan Románico Atlántico, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Pobladura de Aliste y en el Santuario de la Virgen de la Bandera en Fermoselle, ambas en la provincia de Zamora, y en la ermita del Castillo en Yecla de Yeltes (Salamanca).
En el caso de la ermita medieval Santa María, también de origen románico y situada en el municipio palentino Canduela, ésta fue transformada el pasado mes de marzo en un laboratorio capaz de autogestionarse: MHSLab. En apenas 80 metros cuadrados, se han colocado más de medio centenar de sensores, que monitorizan todas las pruebas que se realizan en el lugar, permitiendo además su análisis y control on-line en tiempo real. Esta actuación se enmarca en el Plan de Intervención Románico Norte.
Por otro lado, en el Monasterio de Yuso, situado en San Millán de la Cogolla (La Rioja), comenzaron el pasado mes de junio los trabajos de instalación del MHS con el fin de salvaguardar todas las intervenciones realizadas hasta el momento y conservar las piezas que alberga el edificio. Debido a la aparición de humedades y la escasa ventilación de la Iglesia, se identificará la variación de los parámetros ambientales, de temperatura y humedad, con objeto de registrar el comportamiento termohigromético del edificio para esclarecer el origen de las patologías encontradas, proceder a subsanarlas y realizar un seguimiento.
Acuerdo de colaboración con Telefónica
El pasado 17 de septiembre, Telefónica y la Fundación Santa María la Real firmaron un acuerdo de colaboración con el objetivo de mejorar el desarrollo del sistema MHS y facilitar su comercialización nacional e internacional. Esta alianza, que incidirá en la conservación preventiva de los bienes patrimoniales y en su gestión integral, llevará su primera monitorización en el Real Monasterio de Santa Clara en Tordesillas (Valladolid). Los dispositivos instalados controlarán aspectos ambientales como temperatura y humedad, luminosidad, y también se instarán detectores de xilófagos.