Philips ha asegurado que la iluminación de las oficinas necesita un serio replanteamiento a nivel de políticas, dado que, entre el 30 y 50% de las personas trabajadoras tienen más de 45 años y el principio de una sola luz para todos queda obsoleto en entornos de convivencia laboral. En Europa, la iluminación mínima requerida para escribir, teclear, leer y procesar información en las oficinas es de 500 lux. Sin embargo, Philips demuestra en una investigación que esta cantidad no es suficiente para casi un tercio de la fuerza laboral global. Los resultados de la investigación sugieren que los espacios de trabajo se beneficiarían de las soluciones de iluminación avanzadas que se adaptan tanto a las necesidades de tareas como a los diferentes grupos de edad.
A partir de los 45 años, las personas comienzan a experimentar un deterioro de su capacidad visual. La investigación muestra que una persona de 60 años necesita entre dos y cinco veces más de luz que una persona de 20 años para ver el mismo detalle visual o para concentrarse. Una iluminación inadecuada puede provocar molestias visuales, dolor de cuello, fatiga y, quizá, una eventual baja por enfermedad.
Pero la concentración y el rendimiento no son los únicos factores a considerar. La misma iluminación que aumenta la concentración para un empleado, podría dañar la creatividad de otro. Un estudio de laboratorio realizado en 2011 demostró que, si bien se requieren 1000 lux para mantener la concentración, es la iluminación tenue la que realza el pensamiento creativo.
Iluminación personalizada en el lugar de trabajo
La capacidad de ajustar las condiciones del lugar de trabajo individual de acuerdo a las preferencias personales, se ha asociado con un mejor estado de ánimo, una mejora de las calificaciones de calidad de iluminación y satisfacción respecto al ambiente. Debido a que las preferencias individuales varían ampliamente, el control individual es el único medio práctico para asegurar que las personas tienen una buena oportunidad de obtener la luz que mejor se adapte a ellos.
Los organismos reguladores deberían tener en cuenta estos resultados para el bienestar y la productividad de la fuerza de trabajo de hoy en día. Según la Directora Científico en Philips Lighting, Bianca van der Zande, la gente pasa entre el 80% y el 90% de su tiempo encerrada, del cual, cerca del 20% se pasa en el trabajo, por lo que el ambiente en la oficina determina en gran medida la comodidad y el bienestar del trabajador, influyendo en su desempeño. Es importante que la iluminación centrada en los humanos se convierta en una parte de las normas reglamentarias, lo que permita a arquitectos y diseñadores asesorar en las mejores soluciones, no sólo para las oficinas, sino para todas las construcciones
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En un mundo donde los empresarios están bajo presión para aumentar la productividad considerando el bienestar de los empleados (a la vez que se reducen los costes y la huella de carbono), invertir en iluminación personalizada puede ser visto como un lujo. A la vez, proporcionar lámparas de escritorio para los mayores de 45 puede ser visto no sólo como algo discriminatorio sino también caro.
Philips Power-over-Ethernet para oficinas
La iluminación conectada para oficinas Philips Power-over-Ethernet proporciona iluminación personalizada sin incrementar los costes por empleado ni la huella de carbono. Este es un sistema de iluminación que emplea el mismo cableado que los ordenadores. La iluminación se convierte en un dispositivo de la red, permitiendo a los trabajadores de las oficinas controlar y configurar sus preferencias lumínicas personales en su espacio a través de sus Smartphones: nivel alto de luz para aumentar la energía, o un nivel de luz más baja para promover el trabajo creativo.
La interacción entre los Smartphones y la iluminación del techo se hace posible a través de los puntos de acceso de comunicación inalámbrica, integrados en cada accesorio de iluminación, empleando la tecnología que Philips ha desarrollado y patentado. Cada punto de luz cuenta con su propia dirección IP. Se trata de una extensión del Internet de las Cosas en la oficina. La tecnología existe, pero las normas reguladoras para la iluminación aún tienen que actualizarse. Las normas reguladoras europeas para la iluminación fueron redactadas en 2011 y deben actualizarse para tener en cuenta el envejecimiento de los trabajadores y el Internet de las Cosas.