Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) diseñan en consorcio con otras instituciones nacionales una nueva herramienta terapéutica de rehabilitación motriz para niños en la que un robot terapeuta social, interactivo y totalmente autónomo capaz de percibir las reacciones del paciente y determinar si hace correctamente sus ejercicios.
Este avance, realizado en el marco del proyecto científico Therapist, propone un método terapéutico dinamizado por un robot que parece un juguete para evitar así que la desmotivación impida la recuperación de los menores. Más de un centenar de niños ya han evaluado las capacidades sociales del robot, y algunos niños con problemas motrices han probado esta terapia.
Tanto ellos como sus padres y el personal médico que los atiende señalaron que es una dinámica más divertida y atractiva y que el robot es una excelente herramienta para mejorar la adhesión al tratamiento de rehabilitación y su evaluación
, según se recoge en el artículo publicado recientemente en la Revista Iberoamericana de Automática e Informática Industrial sobre este avance.
En este proceso de investigación, en el que participan la UC3M, la Universidad de Málaga, la Universidad de Extremadura y el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, se ha conseguido convertir al robot humanoide NAO, de 58 centímetros de alto y poco más de cuatro kilos de peso, en una especie de terapeuta personal.
El objetivo adicional del proyecto es colaborar con los servicios médicos de rehabilitación de los hospitales en la definición de terapias en las que esta herramienta tenga cabida. En ningún momento del proceso existe contacto físico entre el robot y el niño ni riesgo para el menor; aseguran los científicos.