Con motivo del Día Mundial de la Sociedad de la Información, celebrado el pasado 17 de mayo, Toshiba ha hecho público The 2 in 1 Trend Report, que vislumbra el futuro de la tecnología a 5, 10 y 20 años. El informe, dirigido por Ian Pearson, inventor de los mensajes de texto para móviles y actualmente director de la consultora Futurizon, analiza los cambios en el panorama tecnológico y el papel que jugarán los dispositivos móviles y, en especial, los 2 en 1 híbridos.
Entre los cambios que Toshiba adelanta se encuentran la expansión de los coches autónomos, la incorporación de robots al desarrollo de tareas cotidianas, la extensión de los sistemas de inteligencia artificial y la conexión directa entre cerebro y dispositivos electrónicos. La compañía destaca, además, la utilización de implantes tecnológicos, tales como sensores, para la monitorización de la salud, o la impresión de circuitos en la piel que funcionarán como sistemas de maquillaje inteligente.
En todos estos avances los equipos híbridos serán básicos e irán ganando importancia ya que, en su vida diaria, los usuarios dispondrán de más tiempo de ocio, podrán utilizar los equipos en momentos y lugares ahora impensables y necesitarán, por tanto, controlar estos dispositivos para conectarse a nuevos servicios o aplicaciones.
Según el informe, en 2025 los equipos 2 en 1 se convertirán definitivamente en un centro móvil para la gestión multidispositivo. En el plazo de una década, los usuarios aumentarán sus necesidades de conexión e interactuación en movimiento con los diferentes sistemas cercanos a ellos. Uno de los servicios más interesantes disponible en esa fecha será la proyección de imágenes en pantallas holográficas o virtuales, fácilmente manipulables a través de una tableta o teclado o que usarán los dispositivos híbridos para proyectarlas. Ordenadores, tabletas y las propias pantallas o imágenes holográficas se controlarán con voz y mediante gestos.
Alrededor de estos equipos híbridos proliferarán otros dispositivos más pequeños y con diversas funciones. Según el informe de Toshiba, serán sistemas de identificación y seguridad personal, joyas digitales o pantallas de vídeo que se implantarán en la piel y funcionarán como extensiones o pantallas adicionales.
Inteligencia Artificial y conexión entre cerebro y dispositivos
Según Toshiba, en 2035 compartiremos con los robots la vida cotidiana. Estos tendrán forma humana y diferentes personalidades y dispondrán de sus propios sistemas de control, por lo que para interactuar con ellos los equipos informáticos tradicionales no serán necesarios.
En dos décadas, dispondremos de conexión directa entre el cerebro y diferentes dispositivos electrónicos. Esto permitirá aumentar la memoria y la inteligencia e incluso acceder al pensamiento. Estas tecnologías servirán, por ejemplo, para controlar robots de manera remota, disfrutar en primera persona de mundos virtuales o reales lejanos o lograr la convergencia de lo real y lo virtual.
Las pantallas integradas en el cuerpo evolucionarán hacía circuitos impresos que recorrerán la piel y podrán, por ejemplo, funcionar como sistemas de maquillaje inteligente que reflejarán la luz para componer diferentes colores. Los equipos 2 en 1 serán los espejos que permitirán ajustar y programar este maquillaje para diferentes momentos del día.