Con más de 40.000 libros, incluidos más de un millar de incunables y ediciones de los siglos XVI al XVIII, una tecnología como KNX podía garantizar la máxima fiabilidad en el control del acondicionamiento ambiental. Los estrictos parámetros de conservación exigen una alta gestión de la luz natural y artificial, de la climatización y, por supuesto, de la seguridad del Centro Cultural Pedro López Elías en Tepoztlán, Morelos, México.
KNX posibilita también la potabilización y distribución del agua de lluvia, así como la gestión de los 42 paneles solares y de la planta generadora de gas licuado que funciona como alternativa a la fotovoltaica. Gracias a estas tecnologías, este edificio de marcado carácter sostenible está en proceso de certificación LEED en Estados Unidos.
El complejo cuenta con tres sistemas de iluminación, monitorizados por el sistema KNX: para iluminación general, por medio de detección de niveles de luminosidad de cada zona y detectores de presencia de usuarios; para iluminación decorativa, en base a secuencias KNX-RGB y DMX, que obedecen a la operación del Centro y a condiciones horarias; y, por último, el sistema de iluminación de seguridad.
Para control y visualización del sistema han elegido la pantalla FP701 y el software de visualización Elvis, que se integra a los sistemas independientes de seguridad, como son: el sistema de detección de incendios, detección de alarmas técnicas (inundación e intrusión) y control de acceso.
En cuanto a calidad ambiental, el edificio está dotado de un sistema de monitorización que puede incluso acelerar el proceso de recambio de aire, así como también puede activar los sistemas de aire acondicionado y deshumidificadores en condiciones críticas.
En el sistema informático se ha construido una potente red de servicios IP, con servicios de comunicación a internet redundante, telefonía IP, CCTV, WiFi y audio ambiental. El Centro Cultural posee una de las colecciones más importantes de contenido Filmográfico en México, con más de 2.500 películas y documentales que se distribuyen a través de una red de contenidos visuales.
Cada espacio y cada sala han sido diseñados para ofrecer una experiencia confortable, monitoreados para crear una ambientación adecuada, activados por la presencia de sus usuarios y controlados por un mando de control especializado, que adecúa la luz con persianas motorizadas y sensores que regulan el encendido de la iluminación de manera natural. Así, el Centro se ha convertido en un espacio de divulgación del conocimiento, cuya misión es también promover la cultura sostenible, que se explica mucho mejor con cada detalle de su propio funcionamiento como edificio.
Se puede ampliar información de este proyecto a través del ingeniero Diego González Olivares, responsable de Jung en Latinoamérica.