Sensores que se instalan en los carros y cestas de la compra y que emiten una señal que permite recoger datos sobre el comportamiento de los clientes en el supermercado y elaborar un mapa sobre cómo compramos. Así es la tecnología desarrollada por una start-up salida del Vivero de Empresas del Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid.
Los chips desarrollados por la star-up Proximus e instalados en los carros y cestas envían una señal de onda corta a través de Bluetooth a un conjunto de receptores colocados en el techo que mandan la información a la nube. Esto permite conocer la posición y el tiempo de permanencia de cada cliente, con lo que se puede saber en tiempo real en qué sección de la tienda hay mayor cantidad de gente o cómo de rápido están cobrando las cajas, por ejemplo.
Toda la información que genera el sistema se almacena en una página web en la que se pueden encontrar mapas de flujo, para analizar los movimientos del carro dentro de la tienda, o mapas de calor, con información específica sobre el tráfico en cada una las secciones de la tienda. Se analizan más de treinta parámetros sobre el comportamiento de los clientes, indica Jorge Bueno, CEO de Proximus.
La herramienta utiliza técnicas del campo de la robótica, área científica de donde proceden varios de sus creadores, para analizar la posición y comportamiento de los usuarios dentro de los comercios y grandes superficies. Gracias a un algoritmo propio de posicionamiento en interiores y a su motor de Big Data, Proximus permite determinar métricas para mejorar las campañas de marketing actuales.