Interacción entre la luz artificial y la natural, esta es la premisa que han seguido desde el estudio de arquitectura alemán Brune Architekten BDA para el diseño de la sede central de OSRAM en Munich, donde los elementos traslúcidos del vestíbulo han sido realizados con HI-MACS en su tonalidad Opal.
Para lograr la máxima funcionalidad del espacio se ha elegido un concepto sencillo de líneas limpias, donde el blanco es el color que impera en un ambiente lleno de luz. Una gran sala acristalada por tres lados constituye la recepción, la zona de espera y el control de seguridad de las oficinas. La implementación de este ambicioso diseño requería el uso de un material multifuncional de alta tecnología como HI-MACS.
Los objetos translúcidos de HI-MACS juegan con la luz natural. La luz es la principal característica del mostrador, un extenso volumen rectangular retroiluminado elaborado con el material de piedra acrílica. Este objeto monolítico, de 11 metros de largo ha sido posible gracias a su unión sin juntas visibles, una de las propiedades más destacadas de HI-MACS.
Más de cien metros de LEDs OSRAM componen este mostrador de recepción. Su tecnología ha hecho posible esta inteligente interfaz de luz cambiante, a la vez que interactúa con la luz natural que proporcionan los grandes ventanales. De este modo, el ambiente varía según las condiciones meteorológicas, la hora del día y la estación del año.
Las luces guían a los visitantes desde la entrada hasta la sala y ejercen también como iluminación para la zona de trabajo del personal. Los cuatro bancos rectangulares de la sala de espera, también realizados en HI-MACS, igualmente disponen de luz propia. Su organización en forma de cuadrado y las áreas luminosas externas definen visualmente el espacio.