A día de hoy, solamente el 5% de las licitaciones para la compra pública de bienes y servicios TIC de las Administraciones Públicas incluyen criterios específicos de Accesibilidad, pese a que el nuevo Estándar Europeo de Accesibilidad (EN 301 549) obliga a tener en cuenta estos criterios en todas las contrataciones de este tipo que hagan los organismos públicos.
Y es que dicho Estándar, debería haber entrado en vigor en España el pasado mes de abril, si bien su trasposición a la normativa nacional se vio paralizada por la interinidad del Gobierno. Su puesta en marcha tendrá efectos positivos para las personas con diversidad funcional, teniendo en cuenta ejemplos como el de Estados Unidos, cuyo estándar de accesibilidad está vigente desde el año 2000.
Desde entonces, se ha constatado la creación de departamentos de Innovación y Accesibilidad en las empresas, con el fin de poder vender a uno de los clientes más importantes, que es la Administración Pública. Se han fabricado todo tipo de dispositivos móviles bajo la premisa del diseño para todos y la accesibilidad universal, que ha permitido, además, que muchas personas con discapacidad hayan podido acceder a un puesto de trabajo.
Marco común de Accesibilidad
Para Juan Carlos Ramiro, director de Accesibilidad de CENTAC (Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad), en cuanto los países miembros la adapten, las empresas ya no tendrán que preocuparse por entender la normativa específica de cada país, sino que habrá un marco común para toda la UE.
Desde el Foro Europeo de Discapacidad aseguran que el estándar tiene gran potencial para potenciar las compras privadas, desde el comercio on-line a los servicios audiovisuales. Están convencidos de que cuando se transponga la directiva en el conjunto de los países europeos todos los smartphones o tabletas que salgan al mercado cumplirán unos criterios mínimos de accesibilidad.
En la Unión Europea hay 80 millones de personas con discapacidad y suponen un importante grupo consumidor. Se calcula que este colectivo aglutina a un 16% de la población mundial y con un perfil creciente, ya que hay que tener en cuenta que aunque la vejez no es una enfermedad es muy difícil que en esa etapa de la vida no se vean mermadas algunas capacidades.