Entre los aproximadamente 6.300 museos que hay en Alemania, existen de todo tipo y para todos los gustos, desde el de la higiene o las miniaturas hasta los de tanques y la cerveza. Y como no, el cómic no podía quedarse sin su espacio de culto. Schwarzenbach an der Saale, ciudad situada al este de Alemania en Alta Franconia, acoge desde 2015 el primer Museo del Cómic y del Arte Verbal del país teutón.
Este original museo presenta una exposición permanente de la vida y la obra de la madre alemana de los habitantes de Patolandia: Erika Fuchs (1906-2005), traductora y redactora jefa de la edición alemana de la revista Don Miki, que vivió alrededor de 50 años en Schwarzenbach. El punto álgido de esta exposición de 600 metros cuadrados es el paseo por Patolandia con baño de oro en el depósito de monedas.
Diseñado por el arquitecto Planungsbüro für Baukunst, la idea básica de la oficina de planificación de arquitectura fue la de alojar las distintas áreas del museo bajo un mismo techo, teniendo en cuenta la habilitación de los accesos interiores típica del lugar. La planta baja, de acceso público, está dividida en tres zonas. La disposición espacial combinada con un lenguaje clásico y atemporal de los materiales permite también la organización de exposiciones independientes en la planta baja. Así, el museo se convierte en un lugar vivo para todos.
Por la escalera principal, los visitantes acceden a la exposición permanente de la primera planta. Mediante un gran ventanal se crea una referencia visual a la plaza Maxplatz, que se completa con cuatro ventanas de buhardilla cúbicas y minimalistas. Con las distintas inclinaciones de cada una las superficies del tejado se obtienen unos espacios interiores únicos que el diseño de la exposición incorpora y escenifica. Las aberturas de la pared y la fachada de enlucido blanco permiten proyecciones y grabaciones.
Diseño expresivo con dispositivos KNX
En contraposición a los discretos materiales de las áreas abiertas de la planta baja, la exposición presenta un diseño muy expresivo. El museo ha sido equipado por el instalador e integrador de sistemas Ökolectric-Haus Ehmann con la tecnología y sistemas KNX de JUNG. El sistema KNX inteligente aúna los aspectos confort, seguridad y eficiencia energética. Y para encajar armoniosamente con el entorno, se han instalado los mecanismos de interruptores y pulsadores clásicos LS 990 en blanco alpino en versión clásica con marco estrecho.
Todas las funciones del museo pueden interconectarse con el sistema domótico inteligente KNX y controlarse de manera centralizada. Con el sistema KNX, la visualización y la evaluación de los consumos de energía son fáciles de implementar. La función de los distintos componentes se determina con su programación, que se puede modificar y adaptar en cualquier momento.
En este proyecto, el sistema KNX se ha concretado en la instalación de teclados KNX F 50 a través de los cuales pueden controlarse, entre otras funciones, la iluminación, las persianas y la temperatura del museo. Para ampliar las funciones se puede conectar un módulo sensor de ampliación. La impresión del campo de inscripción de gran superficie proporciona una asignación de funciones sencilla y clara. Además, ahora también pueden identificarse las teclas. La placa de diseño, los LED RGB para la indicación de estado y de funcionamiento y el campo de inscripción iluminado con ajuste de la claridad completan el concepto de diseño.