Cada vez más los ladrones controlan con distintos métodos qué viviendas han quedado o no desocupadas durante el verano. Se fijan si las ventanas están siempre en la misma posición y si se encienden o no luces por la noche, observando dicho comportamiento durante varios días. Por ello, simular que la casa está habitada es clave durante la época estival para garantizar la seguridad y evitar el robo.
En el caso de que una vivienda no pueda disponer de una persona que realice esta rutina semanal, existen sistemas tecnológicos, como la Smart Home de Loxone, que graban el comportamiento de luces y persianas y, en el momento en que la vivienda queda desocupada, los reproduce durante un horario en concreto, previamente programado por el usuario. Este simulador de presencia es clave para ahuyentar a los ladrones y evitar posibles hurtos.
Por ejemplo, durante la mañana o al atardecer, sube y baja persianas y enciende algunas luces para simular que los inquilinos siguen en casa. Además, es una solución accesible a cualquier persona, pues vivir en una Smart Home ya no está relacionado con el lujo, sino con un modelo de vida contemporánea.