Ya sea un apartamento en la playa o una casa en la montaña, tener una propiedad a distancia siempre provoca cierto temor por saber si durante el periodo en que los usuarios no están en su segunda vivienda estará todo en orden y sin riesgo de sufrir ninguna adversidad. Robos, inundaciones, escapes de gas, luces encendidas por descuido, etc. son hechos que pueden ocurrir en cualquier momento durante los periodos de ausencia.
Con el sistema Loxone Smart Home, se podrá saber si alguien está intentando entrar en la vivienda. Detectar la apertura de salidas al exterior, rotura de cristales, presencia inesperada en el interior o en el jardín. etc., todos estos fenómenos se pueden conocer con los mismos dispositivos de la Smart Home como contactos de ventana o sensores de presencia e informar al propietario si alguno detecta movimiento inesperado. Enlazado con el siguiente punto, las alarmas técnicas permiten saber si existe alguna fuga, si se ha roto algún componente del circuito de calefacción y detectarlo a tiempo, de modo que se pueda actuar y nos ahorremos accidentes derivados.
Asegurar que todas las luces han quedado correctamente apagadas, que las tomas de corriente están desactivadas, el agua cerrada y la temperatura regulada para que no exista ningún gasto. Esta información se puede monitorizar también desde una app en el smartphone o tablet sin moverse del sofá. Si la casa tiene jardín, la integración del sistema de riego permite que el césped y las plantas puedan estar en perfectas condiciones incluso sin estar ahí de forma presente. Regar periódicamente el césped pero desactivándolo si hay lluvia permite que el gasto sea óptimo para tener buenos resultados sin gastarse más de lo que realmente se necesita.
Fortalecimiento del confort
Las válvulas para piscinas también permite automatizar algunos procesos y enviar la información relevante al respecto: control del nivel del agua, control de la cubierta, control de temperatura (especialmente para piscinas climatizadas) o el control del nivel de pH para saber exactamente la proporción de químicos que necesita.
Se trata de regular la calefacción o el aire acondicionado para que en cuando el usuario llegue a la vivienda esté a la temperatura correcta, tanto en verano como en invierno. Realizar este simple control de forma remota permite poder tener un plus importante de confort en aquellas segundas residencias que necesitarían un tiempo elevado para obtener la temperatura deseada a nuestra llegada.