Puertas que se abren automáticamente, ajuste remoto de la temperatura y control de electrodomésticos a través del teléfono móvil. El desarrollo tecnológico ha impulsado las viviendas inteligentes, que cada vez se vuelven más automatizadas, en su propósito de hacer la vida doméstica más cómoda, eficiente y segura. Su desarrollo demuestra que no solo son una tendencia en alza, sino que las cifras se multiplicarán: numerosos estudios calculan que en 2020, habrá 50 millones de dispositivos que funcionen conectados a Internet. Para ese mismo año, la mitad de las casas en países como Estados Unidos estarán total o parcialmente dotadas de sistemas inteligentes, mientras en Europa el porcentaje se hallará en torno al 31%.
España no avanzará ajena a la tendencia y experimentará un crecimiento, aunque algo más lento que, por ejemplo, Alemania. Aún existe en nuestro país una identificación entre la domótica y el lujo, algo que no siempre es cierto. “Con todas las opciones que existen hoy, hay cada vez más precios y soluciones personalizadas”, apuntan los arquitectos del estudio Idearcons, una empresa que ofrece soluciones completas a la carta en viviendas y locales.
Una tendencia que seguirá creciendo
Desde Idearcons piensan que la tendencia seguirá imponiéndose y que las ventajas que ofrecen las soluciones inteligentes harán que no sea simplemente una moda pasajera, como vaticinan muchos. El aumento de la seguridad en el hogar es uno de los beneficios señalado más a menudo por sus clientes, que demandan soluciones para instalar una alarma, cámara u otro dispositivo que les permita controlar, desde un lugar remoto, lo que ocurre en su vivienda. En los últimos tiempos, se tiende a la centralización de todos los dispositivos en una misma red, desde una herramienta multiplataforma, para proteger el hogar de posibles ataques informáticos.
Otras razones de peso que señalan los clientes del estudio de arquitectura son el ahorro económico y energético, pues muchos de estos sistemas se comercializan para conseguir economizar a largo plazo en la factura de la luz o el agua. También se busca la comodidad adicional en casa que dan sistemas automáticos que regulan la temperatura del hogar o de la ducha, o que permiten controlar en remoto el hilo musical, los electrodomésticos o las persianas.