El Aeropuerto Internacional La Araucanía es el principal aeropuerto de la región de La Araucanía de Chile, situado en la comuna de Freire. También conocido como Aeropuerto de Temuco (por estar a 20 kilómetros de dicha ciudad), cuenta con una pista de 2.440 metros de largo y 45 metros de ancho que permite la llegada de aviones Boeing 767 y Airbus 320, convirtiéndose en el segundo centro aeroportuario de carácter internacional en Chile.
La terminal de pasajeros de este aeropuerto, cuya construcción finalizó en 2014, es de más de 5.000 metros cuadrados, integrando tres puentes de embarque móviles, estacionamiento de vehículos públicos y accesos para la circulación. Asimismo, La Araucanía engloba una torre de control de 30 metros de altura.
En 2015, por La Araucanía circularon 579.241 pasajeros que embarcaron o aterrizaron en alguna de sus aeronaves. Aunque sus vuelos son principalmente nacionales, conectando la región con la capital Santiago de Chile, con motivo de la realización de la Copa América en Chile celebrada entre junio y julio de 2015, el aeropuerto hizo su estreno en vuelos internacionales.
Para gestionar el consumo energético de esta amplia base aérea evitando elevados niveles de consumo pero manteniendo el confort de los pasajeros así como de los trabajadores, se ha optado por equipar a la terminal con sistemas de iluminación y climatización integrados en una única plataforma con tecnología KNX de Jung.
Sistema basado en detectores y programaciones
La firma Clas Ingeniería Eléctrica implementó el sistema KNX de Jung que controla automáticamente el funcionamiento de luces y climatizadores, basado en detectores de presencia y en programaciones especiales según horarios y épocas del año. Además, la flexibilidad de la tecnología permite habilitar solo aquellas áreas de la infraestructura que se necesitan en cada momento, sin necesidad de que el sistema funcione en su totalidad de forma constante.
El sistema KNX de Jung permite integrar todas las funciones, interconectándolas con el sistema inmótico KNX del edificio y controlándolas de manera centralizada. La función de los distintos componentes se determina con su programación, que se puede modificar y adaptar en cualquier momento. Para el usuario esto se traduce en un sistema domótico cómodo y flexible que se adapta a la medida de sus necesidades individuales.
El sistema de iluminación inteligente basa su lógica en la integración de sensores de luminosidad, los cuales están presentes en todas las áreas comunes, mientras que para recintos cerrados existen comandos manuales integrados al sistema de control. Si el sistema detecta presencia de personas, se enciende la iluminación, y si la luz natural no es suficiente o inadecuada, se encienden los focos interiores.
Los detectores de presencia con acoplador de bus integrado en las versiones Estándar y Universal sirven para el control adaptado a las necesidades de sistemas de iluminación, termostatos de estancia y otros consumidores eléctricos. Por tanto, también permiten controlar la temperatura y, por tanto, el sistema de climatización.
El manejo del clima interior funciona de la misma manera a través de sensores que activan o desactivan los aparatos a horas determinadas. Gracias a esta tecnología, se consigue una alta disminución del consumo energético y se simplifican las operaciones de la terminal, ya que los operarios se desligan de la obligación de activar o desactivar los sistemas. KNX controla 30 unidades Fancoil y seis UMAs, cuatro para inyección/extracción y dos para inyección. Además, el sistema permite registrar parámetros de temperatura y calidad del aire.