La tecnología ABB i-bus KNX se está utilizando para mantener las condiciones óptimas de los huéspedes en el nuevo Pueblo de Papá Noel del círculo polar ártico, en Rovaniemi (Finlandia). Gracias a ella, se pueden controlar individualmente la temperatura, la ventilación y hasta la calefacción de los 71 iglús acristalados del lujoso grupo hotelero finlandés Santa’s Hotels. Para el propietario del hotel, esta automatización permite garantizar que la experiencia de sus clientes sea siempre excelente sin elevados costes energéticos.
Pese a que el diseño de los iglús acristalados de 20 m² parece sencillo, esconde mucho elementos de tecnología de alto rendimiento. El sistema ABB i-bus KNX controla todos los procesos, desde la calefacción interna y externa de los iglús de techo acristalado de alta tecnología, a la eliminación del hielo de los cristales para que los huéspedes puedan disfrutar de una panorámica perfecta del cielo y hasta las bombas de calor con fuente de aire y la calefacción por suelo radiante.
Monitorización de los 71 iglús desde un mismo lugar
Con ABB i-bus KNX y la conexión de fibra óptica se pueden controlar todas las funciones desde un simple monitor en recepción. El sistema permite, por ejemplo, encender y apagar la calefacción de las ventanas de los 71 iglús desde un mismo lugar.
Además, si se detecta un aumento de la humedad o del nivel de dióxido de carbono en un iglú, el sistema aumenta la ventilación; si hay una fuga de agua, una válvula magnética corta inmediatamente el suministro de agua y una conexión de fibra óptica transmite una alarma a recepción y al personal de mantenimiento. La automatización permite asimismo cubrir a distancia las necesidades de los clientes.
Por la noche, el servicio de guardia de 24 horas para el pueblo de iglús se administra remotamente desde la recepción del Hotel Santa Claus, ubicado a 7 km de distancia, en el centro de Rovaniemi.
Otro criterio de diseño clave fue el de ahorro de energía. Cuando los 71 iglús están ocupados, incluso los mínimos ahorros de energía suponen una disminución considerable del consumo durante un año. Gracias a la automatización, podemos minimizar el consumo energético cuando no hay clientes. Durante el invierno, los iglús no se calientan innecesariamente y, en verano, no se refrigeran.