La aseguradora Santalucía ha ido un paso más allá en la protección de la identidad de sus clientes con la implantación del sistema de biometría de voz.
El programa de reconocimiento es capaz de analiza cientos de características en propias de cada persona, como aspectos de comportamiento de la voz: el ritmo del habla o la entonación, e incluso, aspectos físicos: tamaño y forma de la laringe o la cavidad nasal. Con estos parámetros se consigue que sea más difícil la suplantación de la identidad o las amenazas de fraude.
Los clientes de la compañía ya no tendrán que proporcionar información personal como el PIN, los datos del tomador de la póliza o el DNI, agilizando así las llamadas realizadas al call center.