Desde el pasado 1 de septiembre, en la Unión Europea (UE) se dejaron de vender las bombillas halógenas para reducir el consumo energético. En esta nueva normativa, de momento, está excluida las bombillas de las lámparas de los escritores y los reflectores.
En su lugar se venderán las bombillas LED, cuya tecnología consiguen una mayor eficiencia energética, más económicas y son más seguras. Su durabilidad es de 5 a 10 veces más que las bombillas tradicionales, y el consumo de energía es una décima parte de las halógenas.
Según el estudio de cálculos en 2013, la implementación de estas medidas conseguirán ahorrar 9.4 TWh, equivalente al consumo de electricidad que tendría Portugal en 5 años. Mientras que la reducción de las emisiones de CO2 serían de 3.4 millones de toneladas al año.
Esta medida solo afectará a los nuevos productos que vayan apareciendo en el mercado, los ya existentes en las tiendas convivirán con la nueva tecnología LED.