Trend Micro Incorporated ha mostrado los resultados de una encuesta realizada a 1.150 CISO de todo el mundo, sobre su preocupación en la perdida de confianza de sus clientes en caso de un posible ataque cibernético relacionado con la IoT.
Las empresas encuestadas reconocen que no están preparadas para recibir un ciberataque, considerando la importancia de implementar proyectos de seguridad de IoT, así lo reconocen el 43% de los CISO. Por otro lado, casi el 63% coinciden en que los últimos 12 meses se ha visto un incremento de las ciberamenazas y solo el 53% reconocen que los dispositivos conectados a las IoT son una amenaza para su propia organización. Las empresas también afirman haber sufrido una media de tres ataques en el último año.
Kevin Simzer, director de operaciones de Trend Micro, considera que «los sistemas IoT son el futuro de las empresas y muchos de los nuevos dispositivos conectados se están incorporando a las redes corporativas. Si bien esto es beneficioso para las operaciones comerciales, los sistemas operativos integrados de los dispositivos IoT no están diseñados para facilitar la aplicación parches, lo que crea un problema global de riesgo cibernético».
Inversión en la seguridad cibernética
La encuesta también refleja la necesidad de tener un protocolo de implementación del IoT para garantizar que los dispositivos conectados en las empresas no son una amenaza para el sistema de la organización.
«La inversión en medidas de seguridad debe reflejar la inversión en actualizaciones de sistemas para mitigar de la mejor manera posible el riesgo de un ciberataque, que tendría un impacto importante tanto en el resultado final como en la confianza del cliente «, asegura Simzer.
Todavía el números de empresas que se protegen de las posibles amenazas es bajo, ya que solo el 38% de las encuestadas ha comenzado a implementar o planean incorporar soluciones IoT. Mientras que en los dispositivos portátiles el porcentaje disminuye hasta el de un 30%.
Consecuencias del ciberataque
Sufrir un ataque cibernético supone unas consecuencias gravísimas para las empresas. Entre ellas destaca la preocupación de perder la confianza del cliente con un 52%, le sigue la pérdida económica con un 49%, la pérdida de la información de identificación personal (31%) y una violación de las normas de seguridad de datos (28%).