La biometría no solo es útil para garantizar la seguridad a través del reconocimiento facial para embarcar en un avión o desbloquear una puerta. El supermercado americano Waltmart ha patentado una tecnología a través de la biometría para conocer si sus clientes se sienten indispuestos durante el proceso de compra.
Los sensores biométricos están instalados en los mangos de los carritos de la compra del supermercado. Estos sensores detectan la temperatura corporal, la presión arterial, el ritmo cardíaco y el nivel de estrés de los compradores. La información recopilada se envía a una base de datos en la que se analiza los resultados para determinar el estado de la persona en tiempo real.
El sistema determina qué puede estar ocurriéndole al usuario y emite una notificación a los empleados para verificar el estado de la persona y proporcionarle ayuda médica en caso de que lo requiera.
Recopilación de los movimientos
El sistema no solo recoge la información del estado del cliente, sino también recoge los datos sobre el recorrido que realiza el usuario, la velocidad del carro, la temperatura del establecimiento, la fuerza que se le aplica al carro para moverlo, así como el peso de los productos y la localización del mismo.
Toda la información va automáticamente a un servidor en la nube o a un sistema de ordenadores conectados en la nube, para ser analizados con otros datos biométricos y sacar conclusiones de la situación de cada uno de los clientes. El sistema trabaja con una serie de rangos, algunos predefinidos como la temperatura del establecimiento, para evaluar si la información está dentro de lo normal o no.