Spyce revoluciona los restaurantes en Boston con la creación de una cocina robótica

La cocina calibra la temperatura y la cantidad de ingredientes que incorpora en el plato para conseguir la ración ideal.

Cuando se habla de cocinas inteligentes, se piensa en electrodomésticos controlados por los diferentes asistentes de voz como Alexa de Amazon o Google Home, o bien aparatos controlados por los teléfonos móviles. Cuatro jóvenes ingenieros de Boston han dado una vuelta al concepto de cocina inteligente y han desarrollado un restaurante que elabora comida sin la necesidad de la interacción de personas.

La cocina robótica de Spyce pretende revolucionar el mundo de la cocina con platos baratos pero que ofrecen una buena calidad.

La empresa creadora de la revolucionaria cocina robótica se llama Spyce, compuesta por cuatro amigos: Michael Farid, Kale Rogers, Luke Schlueter y Brady Caballero. Todos ellos son estudiantes del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

La idea surgió tras estar cansados de gastar, todos los días, unos 9 euros para las comidas y otros tantos para las cenas. Al igual que el resto de los estudiantes, su economía era reducida y fue entonces cuando la idea surgió. Su proyecto era ambicioso, ya que requería que su invento cocinara comida sabrosa y nutritiva, al tiempo que las sirviera y se autolimpiara, ofreciendo calidad saludable en sus platos.

Funcionamiento de la cocina robótica

El equipo de Spyce ha pensado en todas las partes de esta cocina robótica para conseguir que el precio del plato pase de 9 euros a 6,50 euros, un precio más asequible para los estudiantes. El proceso del pedido comienza en los quioscos compuestos por pantallas táctiles donde aparece la variedad de platos que ofrece el restaurante. Aquí los clientes pueden deleitarse con comida de varios países como la tailandesa, latina, india, libanesa, o marroquí, entre otros platos.

Desde las pantallas táctiles, los clientes pueden elegir el plato que quieren degustar, al tiempo que ven los ingredientes.

Una vez realizado el pedido, éste se envía a la cocina para su preparación. La cocina está compuesta por siete ollas forjadas a medida y siete pantallas en la parte superior para ofrecer información del estado de la comida. Cuando la información del plato llega a la máquina, el sistema se pone en funcionamiento a través de unos mecanismos transportadores que llevan todos los ingredientes a la olla. La medición se lleva a cabo por un sistema de volumen de precisión calibrado para ofrecer la ración adecuada a cada plato.

El panel situado encima de la olla ofrece información sobre el proceso de cocción.

Una vez puestos los ingredientes en la olla correspondiente, el panel de inducción calienta la cacerola para comenzar la cocción de los alimentos. Para conseguir el punto idóneo del plato, la cocina incorpora unos sensores de temperatura que controlan constantemente el calor que se emite en la cocción, de tal manera que la comida no se quema y siempre queda en su punto.

Una vez que la comida está lista, un brazo articulado levanta la olla para volcar su contenido en un plato especial para llevar, al tiempo que la pantalla superior de esa olla ofrece un mensaje de que el plato ya está listo. Vacía la olla, comienza el proceso de limpiado, que consiste en la inyección de un potente chorro de agua caliente dentro de la olla para limpiarla y dejar paso al siguiente plato.

La cocina calibra la temperatura y la cantidad de ingredientes que incorpora en el plato para conseguir la ración ideal.

Un grupo de cocineros terminan de complementar los platos con salsas y otros productos alimentarios para dar el toque final a los diferentes menús que comercializa Spyce. Esta cocina robótica es capaz de servir hasta 150 comidas por hora, y aplica en la elaboración de cada plato una media de tres minutos o menos. La cocina se alimenta de electricidad 100% renovable y tiene un consumo de agua aproximado de 1,13 litros, lo que supone un 80% menos de consumo que un lavavajillas comercial.

Miembros de Spyce

Para gestionar y desarrollar este proyecto de cocina robótica, cada uno de los miembros del equipo ha ofrecido una serie de conocimientos esenciales para el proyecto. En el caso de Michel Farid, es el director ejecutivo del equipo y es el encargado de liderar la visión y la estrategia de negocio en la identificación de formas originales para fomentar las expectativas culinarias aplicando la tecnología de Spyce.

De izquierda a derecha los miembros del equipo Spyce: Brady Knight, Michel Farid, Kale Rogers, Luke Schlueter.

Kale Rogers, consejero delegado, tiene la función de mejorar la experiencia del restaurante, que abarca tanto la forma del diseño de la tienda como de guiar la dirección creativa de la propia marca Sypce. Asimismo, se encarga de la adquisición de la localización, legal y financiera de la compañía, al tiempo que apoya a los equipos de cocina, marketing e ingeniería para garantizar que los plazos se cumplan.

Luke Schlueter es el mecánico ingeniero principal y en quien recae la supervisión de todos los sistemas mecánicos de la cocina. Por último, Brady Knight es el ingeniero eléctrico principal que garantiza y controla el funcionamiento de los motores, los sensores de la cocina robótica y el montaje de los ingredientes en el sistema de transporte.

El cocinero de una estrella Michelín, Daniel Boulud, es el director culinario de Spyce.

Pero esta cocina robótica no podría funcionar sin la ayuda de un cocinero que les ayude a ajustar la cocina para que los alimentos salgan en su punto, con calidad y con mucho sabor. Para ello, los miembros de Spyce contaron con la colaboración de Daniel Boulud, director culinario y poseedor de una estrella Michelín, quien les ayudó a poner la cocina en marcha. Actualmente, Sam Benson, chef ejecutivo de la compañía, se asegura de que los platos tengan la calidad, la textura y los sabores que merecen sus clientes cada día.

Sam Benson, cocinero ejecutivo.

Financiación de Spyce

El pasado mes de septiembre, la compañía anunció el cierre de la financiación de serie A que alcanza unos 18 millones de euros procedente de inversores como Khosla Ventures, Collaborative Fund y Maveron, e incluso, provenientes de cocineros como Daniel Boulud, Jerome Bocuse y Gavin Kaysen.

Spyce ya tiene pensado en qué destinará este dinero. Quieren abrir más restaurantes en la costa este de Estados Unidos para seguir desarrollando su plataforma culinaria. La compañía espera poder contratar a más personal.

 
 
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