El edificio inteligente ‘Cube berlin’ tendrá una vida artificial gracias a su cerebro virtual

El Cube Berlin es un edificio inteligente de 17.000 metros cuadrados.

La ciudad alemana de Berlín está inmersa en un proyecto de edificio inteligente que dará un vuelco a la forma de entender las futuras edificaciones. Desde el minuto uno, la estructura y el diseño de la construcción impactan por sus formas geométricas, pero las instalaciones de Cube berlin están pensadas para anticiparse a los usuarios con su cerebro virtual.

El ‘Cube berlin’ es un edificio inteligente de 17.000 metros cuadrados.

Es un edificio de oficinas situado frente la estación central de la ciudad y dispone de una superficie útil de aproximadamente 17.000 metros cuadrados repartidos entre sus 10 plantas y la cubierta convertida en una terraza con vistas a la ciudad. Este proyecto fue diseñado por el estudio de arquitectura 3XN Copenhague y desarrollado por CA Immo, quienes prevén que su finalización sea a mediados de 2019.

El ‘Cube berlin’ dispone de una azotea comunitaria donde se podrán obtener unas vistas de toda la ciudad de Berlín.

Este edificio es uno de los más inteligentes que existen en Europa. Se ha desarrollado para conocer las necesidades de los inquilinos en todo momento y poder gestionar mejor los recursos de la edificación, mientras se mantiene constantemente la eficiencia energética. Esto es posible gracias a la creación de un cerebro digital que procesa toda la información y controla los sistemas.

El cerebro de ‘Cube berlin’

El cerebro es un sistema informático donde se recibe, procesa y desarrolla toda la información que se genera en el edificio. Pero no solo se centra en la parte tecnológica, ya que este cerebro intenta imitar el pensamiento humano, sino que es capaz de analizar el comportamiento de cada una de las personas para conocer sus preferencias y necesidades. Este aprendizaje permite al sistema poder optimizar la gestión de los recursos de las instalaciones.

El cerebro controla toda la información del edificio, a parte de conocer las necesidades del usuario.

Partiendo de la base de que un edificio inteligente incorpora una multitud de sistemas electrónicos de múltiples fabricantes y proveedores, donde cada uno tiene unas características específicas, se ha tenido que implementar en el sistema una amplia variedad de interfaces relacionadas con el Internet de las Cosas, como por ejemplo los estándares de KNX, BACnet, Modbus, M-Bus, BIM, así como sistemas preventivos Smart FM.

Durante la edificación de las oficinas, se fue desarrollando y ejecutando el cerebro. Al no tener las instalaciones físicas, el equipo de informáticos optó por llevar a cabo las diversas pruebas en la Universidad Técnica RWTH Aachen. Las pruebas comenzaron en el verano de 2017, donde se escogieron varias habitaciones que se equiparon con los dispositivos que iban a incorporar en el Cube berlin. De esta manera, podían comprobar en situaciones reales la manera en la que se producía la interacción de la infraestructura digital del edificio.

Desde la cabina de gestión, los administradores del sistema tienen una visión completa de toda la información de los componentes electrónicos de las instalaciones.

Gracias a la cabina de gestión, los desarrolladores tenían toda la información recopilada de una manera centralizada. Así podían conocer cuáles eran las fortalezas y cuáles eran las debilidades de los diferentes sistemas incorporados en las salas. Solucionados todos los problemas en este laboratorio digital, el cerebro estará preparado para su incorporación en las instalaciones del Cube berlin.

Tecnologías de última generación aplicadas en el edificio inteligente

Son múltiples las tecnologías que se han incorporado en el edificio alemán, pero entre ellas destacan dos, las cuales son claves para la gestión. Por un lado, se encuentra la incorporación de los sensores inteligentes Enlighted, cuya función es llevar a cabo el conteo de las personas. Esta solución permite conocer el número de personas que hay en cada momento en el edificio y cuántos individuos hay en cada una de las estancias.

El sistema lleva a cabo un mapeo a través de la temperatura que existe en cada una de las salas para determinar qué zonas del edificio son más frecuentadas o dónde se concentra el mayor número de personas. Gracias a este conteo se garantiza la seguridad de las personas en caso de emergencia y permite aumentar la eficiencia energética al poder distribuir a los usuarios de una manera más acorde a las necesidades del edificio.

Por otro lado, la tecnología iBeacons permite la implementación de las denominadas llaves invisibles que ofrecen un acceso autorizado a diversas estancias, según el perfil de los usuarios que interactúan en el edificio. Este sistema elimina las clásicas tarjetas RFID y llaves convencionales, que podían perderse o ser robadas con facilidad, para incorporar las llaves digitales en los teléfonos inteligentes de los usuarios.

Con iBeacons, el cerebro puede gestionar de una manera rápida el desbloqueo automático de las puertas y ventanas en caso de que exista una emergencia para proceder a una evacuación rápida del edificio.

Importancia de los smartphones dentro de ‘Cube berlin’

Cada una de las personas que trabajan a diario o que visitan de manera eventual el Cube berlin, tienen la opción de instalarse la aplicación en su teléfono móvil para acceder a un abanico de posibilidades con el fin de interactuar con el sistema.

Como soluciones generales, la aplicación permite la reserva de salas para reuniones y facilita la autorización de acceso al edificio de una manera automática. De hecho el usuario tendrá una especie de mapa virtual de las instalaciones para poder moverse en el edificio.

Con los smartphones, los visitantes y trabajadores pueden disponer de una llave invisible que les proporciona acceso a todas las estancias.

Pero la aplicación va más allá, gracias a la tecnología iBeacons, el usuario tendrá constantemente la llave invisible instalada en su smartphone que le dará acceso a las instalaciones, simplemente aproximándose a las puertas. Por ejemplo, un empleado se acerca con el coche al garaje y el sistema detecta el móvil del conductor y, sin esperar, activa las balizas para dejarle pasar.

Existe la posibilidad de controlar, de manera remota y con tiempo de antelación, todos los parámetros de las estancias, como son el sistema de climatización, la iluminación o el equipo de audio para las conferencias.

Los cuatro lados del edificio están construidos con 12 elementos de vidrio diferentes que ofrecen una fachada a modo de espejo donde se reflejan los alrededores.

En caso de tener que reservar una sala, los usuarios pueden conocer el estado de ocupación de las estancias para proceder a la reserva de la sala. Si el sistema lo considera necesario, propondrá diversos espacios contiguos a los que la persona prefieren acceder para favorecer la disminución del gasto energético de los espacios vacíos. Esto es un factor importante, porque si se reduce el consumo de una estancia, se verá afectado el consumo de todo el edificio, de tal manera, que se obtendrá una mayor eficiencia energética.

Estructura de ‘Cube berlin’

A primera vista, la estructura del edificio choca un poco a causa del patrón triangular de la fachada. La fachada térmica está cubierta de un vidrio exterior que envuelve el edificio, que se compone de aberturas articuladas para dar paso a las terrazas abiertas en cada uno de los niveles del edificio.

La colocación de los cristales de la fachada crea un sistema para mover los excedentes de energía de una zona a otra.

Esta fachada de cristal tiene una doble piel ventilada que permite la entrada de luz natural, al tiempo que proporciona una protección contra las ganancias de calor y da la posibilidad de obtener una ventilación natural. Esto es posible al diseño de un sistema general de administración de energía que transfiere el excedente de calor de un área al enfriamiento en otra.

 
 
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