Para conseguir una futura ciudad inteligente, Zaragoza, en Aragón, ha implementado un sistema de monitorización de ABB para mejorar la eficiencia energética en varios edificios de la localidad. Los lugares escogidos, por el momento, han sido el Seminario de Zaragoza (que alberga las oficinas del ayuntamiento), la Casa Consistorial, el cuartel de policía La Paz y el Centro de Arte y Tecnología.
ABB aportó su herramienta Ekip UP, una unidad que permite transformar las instalaciones eléctricas antiguas en digitales. Su función es la de conectar las instalaciones existentes con la plataforma de supervisión de ABB AbilityTM. La plataforma está basada en la nube, lo que facilita a los administradores del sistema la monitorización, ya que ésta se realiza de manera remota.
Desde cualquier lugar y momento, los técnicos podrán gestionar y asignar recursos, al tiempo que se reducen costes para obtener una eficiencia energética en cada uno de los edificios. Su software integrado optimiza la continuidad del servicio y la eficiencia energética, ahorrando hasta un 30% en costes operativos. Al tratarse de un producto versátil que aglutina funciones de medición, protección y control, se puede utilizar en una gran variedad de aplicaciones y sectores distintos. Al aprovechar los módulos de comunicación plug and play, diferentes opciones de montaje y sensores de corriente de núcleo abierto, la instalación de Ekip UP es un 50% más rápida que las soluciones tradicionales y tiene un menor impacto en los activos de distribución eléctrica.
Reducción del consumo energético
Uno de los aspectos importantes para extender el concepto de ciudad inteligente, es el de monitorizar el consumo para poder cumplir la norma ISO 50001. Esta norma se focaliza en la utilización de la energía de una manera más eficiente, a través de la implementación de un sistema de gestión energético.
Asimismo, la propia localidad de Zaragoza está poniendo todos sus esfuerzos en conseguir una reducción del consumo eléctrico de hasta un 20% y, por lo tanto, alcanzar una disminución de la huella de carbono. Para conseguir este objetivo, las instituciones se han visto obligadas a mejorar las instalaciones eléctricas existentes.