Pensado para las salas de cine, Faradite ha desarrollado un sensor de movimiento completamente negro, incluida la lente. La idea fundamental es que este dispositivo se integre en la oscuridad de la sala para que se mimetice con la estética sin perder rendimiento.
Este sensor de movimiento de 360 voltios tiene un tamaño reducido con 3,5 mm de saliente del techo, cumpliendo las normas de integración. Teniendo en cuenta cuál es el lugar donde se va a instalar, Faradite ha conseguido que el relé sea silencioso para evitar cualquier tipo de ruido durante la proyección de las películas.
Se ha utilizado la última tecnología de infrarrojos, lo que ha provocado que se reduzca el tamaño de la lente, pero sin perder ni el rango de acción ni el ángulo de visión requeridos. Por lo que ofrece un área de detección de la unidad con un diámetro de 8 metros en una altura de montaje de 3 metros.
Para garantizar la seguridad dentro de las instalaciones del cine, el sensor negro de Faradite ofrece la posibilidad de incorporar un accesorio IDR contra incendios, que proporciona una clasificación contra incendios de 60 minutos.
Ayuda en la gestión de los sistemas de automatización
El sensor negro de Faradite es compatible con los sistemas de automatización e iluminación Control4, Lutron y Crestron. En cuanto a su funcionamiento, permitirá encender las luces de cada nivel del cine en función del movimiento de los espectadores o configurarlo para que solo proyecte un rayo delgado, de forma que se active la pantalla en el momento en que un asiento, en particular, está ocupado.
Pero no solo detecta el movimiento para las salas, sino que también es útil para la protección del equipo del cine, como el apagado de componentes, de manera automática, en los momentos en los que no se detecte movimiento, cuando finalice el periodo establecido. O bien, se puede controlar la temperatura, aumentando la calefacción dentro del cine cuando está en uso.