El proveedor de soluciones globales de seguridad Hikvision ha complementado su catálogo con el nuevo sistema de videoporteros IP de segunda generación, una solución flexible que puede adaptarse tanto para viviendas como para edificios.
Esta segunda generación de videoporteros IP dispone de una placa modular situada en la puerta de acceso, compuesta por un módulo principal al que se pueden añadir diferentes módulos de extensión, en función de las necesidades de la edificación. Los módulos disponibles son para la visualización de directorios, el lector de tarjetas, el teclado o el de identificador, entre otros.
Este dispositivo incorpora una cámara fisheye situada en la placa de la calle, que proporciona una imagen de alta definición de ángulo amplio de 180 grados y 2 MP. Para los momentos en los que existe un contraste entre luces y sombras, el videoportero IP incluye la tecnología WDR, así como la visión nocturna para garantizar la calidad de las imágenes y nitidez durante la noche.
Monitor interior
Los usuarios dispondrán de un monitor interior para visionar quién está al otro lado de la puerta. Dispone de una sencilla interfaz, que permite una configuración rápida y fácil. Sus conexiones pueden ser de varias maneras: inalámbrica, estándar PoE, protocolo SIP o la configuración plug & play.
Cada uno de los huéspedes tendrá a su disposición la aplicación Hikvision Connect para poder controlar toda la solución de una forma remota. Asimismo, ofrece una convergencia integral de sus soluciones de seguridad, siendo posible la convergencia nativa con los sistemas de CCTV.
De esta forma, cuando una persona llega a la puerta, los comportamientos como pulsar el botón o deslizar una tarjeta, activan las cámaras vinculadas al sistema para capturar imágenes y vídeos, que pueden ser grabadas por el NVR / DVR del sistema. Los usuarios pueden controlar fácilmente el acceso al edificio, viviendas y zonas sensibles como ascensores, y protegerse de esta forma contra intrusiones no deseadas.